Pareja y flia
Las controversias en estos terrenos son muchas y, lejos de apaciguarse,crecen día a día, ya que los cambios vertiginosos que en materia de pareja y sexualidad están sobreviniendo en nuestra civilización, hacen que aparezcan nuevas discusiones y que la clínica de la relación de pareja y de los vínculos amorosos se torne más compleja.
Amor y amor de pareja
La palabra amor, tanto en psicoanálisis como en la vida cotidiana, cubre significaciones muy diversas. Hay amoresy amores: el amor de pareja no es el mismo que el amor de hijos a padres, o de padres a hijos o que el amor a Dios o la amistad. Más aún, es una cuestión a discutir en qué sentido la relación de pareja humana es “amorosa”, ya que la posesividad, los celos y el egoísmo son en ella un componente fundamental, rasgos todos opuestos a los que se suelen atribuir al amor. Hay, no hace falta recordarlo,amores que matan.
Cuando Jesús dice “Amaos los unos a los otros”, es evidente que no se refiere al amor de pareja. Lo mismo ocurre cuando San Pablo, en la Epístola a los Corintios (I, 13) dice: “El amor es magnánimo, es servicial; el amor no tiene celos, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no es interesado, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de lainjusticia sino que se regocija con la verdad.”. Sin duda, Pablo no se refiere al amor de pareja y, de hecho, algunas versiones traducen caridad en vez de amor.
Tanto Jesús como Pablo designan con la palabra amor a una disposición al bien y al compromiso con el prójimo, prácticas emparentadas con las que discute Antonio Machado cuando opina:
El bueno es el que guarda
cual venta en el caminopara el sediento el agua
para el borracho el vino.
Servicialidad, generosidad, bondad, caridad... El universo de cuestiones que abarca la palabra amor es muy grande. Ahora bien, si nos centramos en el amor de pareja, debe observarse que en muchos aspectos éste no es generoso ni desprendido, sino por el contrario es posesivo. No se caracteriza tampoco por adaptarse a las necesidades del otro, yen cuanto a lo que en él se da, se podría decir con Lacan que “se da lo que no se tiene”. Amor de pareja y amor, entonces, no son sinónimos y, más aún, en muchos aspectos el amor de pareja entra en contradicción con algunas definiciones del amor como las de Antonio Machado y San Pablo.
El término amor incluye realidades muy disímiles: lo sagrado y lo profano, la ternura y lo sensual. Freud tuvouna posición respecto a la polisemia del término: estableció una continuidad entre lo carnal y lo espiritual, lo sagrado y lo profano e incluyó este espectro de sucederes en una única categoría. Dice en Psicología de las masas (pag.86 – 87) “… opinamos que en la palabra ‘amor’, con sus múltiples acepciones, el lenguaje ha creado una síntesis enteramente justificada, y no podemos hacer nada mejor...
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