paro en colombia
OPINIÓNComo a los arroceros del Huila, pronto les llegará su turno a los algodoneros, a los paperos, a los cafeteros, alos zapateros y a los músicos.
Para el 19 de agosto se anuncia un paro agrario contra el gobierno. Un paro sobrado de razones. Este gobierno –y todos los anteriores, desde la apertura “hacia elfuturo”, este oscuro presente, que anunció César Gaviria: todos los gobiernos neoliberales que ha padecido Colombia– ha llevado el c
ampo a la ruina, agricultura y ganadería confundidas por igual.Hace veinticinco años Colombia exportaba alimentos (y no solo café). Ahora los importa (incluyendo el café). ¿Qué queda hoy en el campo colombiano que todavía sea rentable? Solamente la coca, que porser ilegal escapa al control del gobierno. El cual, en consecuencia, la persigue. (Por orden, no sobra decirlo, del gobierno de Estados Unidos).
Piden tres cosas los promotores del paro agrarioreunidos en la MIA (Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo). Una curiosa organización de organizaciones que, curiosamente, no ha sido señalada todavía (cuando esto escribo) como untorpedo terrorista manipulado por las Farc. Tal vez lo sea. En todo caso, sus tres peticiones parecen dictadas por la más elemental sensatez: poner fin a las fumigaciones de los cultivos ilícitos,suspender la importación de alimentos de producción local, y revisar los tratados de libre comercio firmados en los últimos años por Colombia.
Lo de parar las fumigaciones es una necesidad evidente.De sobra se ha explicado que, además de ser desproporcionadamente costosas por la obligación de hacerlas con pilotos mercenarios contratados en los Estados Unidos y con venenos comprados allá, y noaquí, a la empresa Monsanto, son inútiles y dañinas.
Inútiles y dañinas porque no eliminan los cultivos ilícitos sino que los empujan selva adentro, provocando más deforestación en un país que es...
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