parricidio Saavedra
Páginas: 6 (1353 palabras)
Publicado: 16 de octubre de 2014
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La Plata, martes 27 de marzo de 2001
3
Justicia, Seguridad y Policía
El día en que se instaló el fantasma de las sectas
La contención de los afectos
El tío de las hermanas Vázquez, Pascual, está radicado en Berisso desde hace varios años.
En diciembre pidió la intervención de la Defensoría de la Ciudad de Buenos Aires para acelerar lasalida de su sobrina. De esa forma, Gabriela pudo pasar el fin de semana de Navidad
junto a su familia cercana. Después volvió al
hospital. Pero una denuncia pública del director del Moyano, Néstor Marchant, sobre la degradación psicológica que para Gabriela significaba permanecer internada apuró finalmente
la salida. Hoy vive en la vecina ciudad.
Luego del parricidio de Saavedra, todas lasmiradas se
posaron en el centro alquímico Transmutar, dirigido
por Sergio Etcheverry. La idea de que una secta con
aristas satánicas pudiera hacer estragos en estas tierras nuestras, preocupó a la sociedad entera. Sin
embargo, aún hoy poco se sabe acerca de los
alcances de un término tan ambiguo como ése y par-
ticularmente, la actividad que despliegan en la
Argentina este tipo de grupos.Uno de los problemas
más frecuentes es el de definir el término “secta”. Hay
quienes adoptan criterios cuantitativos, otros los
tienen de tipo criminalístico, o quienes tienen criterios
explícitamente religiosos. Alrededor de este tema, lo
que sobran son dudas y prejuicios.
EL PARRICIDIO DE SAAVEDRA
La pesadilla más grande, un año después
El 27 de marzo de 2000, la policía entró en undepartamento. Halló el cuerpo destrozado de un hombre.Encima suyo, blandiendo un tramontina,
su hija menor gritaba “sal Satanás”. La mayor, parecía ajena a todo. Silvina fue declarada inimputable. Gabriela fue sobreseida. Y hoy vive en Berisso
Hace exactamente un año, la policía
ingresaba en el departamento de Manuela Pedraza al 5873, en el barrio de
Saavedra. Eran las 11 de la mañana. Un
díade otoño; casi, casi como cualquier
otro. Los efectivos cruzaron el umbral.
Allí dentro, el aire se cargaba con las
plegarias masculladas por las voces roncas. Y olía dulzón y repugnante, como
sólo puede oler la perversa alquimia de
la sangre, el incienso, las velas y los excrementos.
Para los vecinos de la cuadra, las
persianas bajas, la luz tenue zafándose entre las rendijas y elmurmullo incansable de rosarios eternos, eran
parte del paisaje cotidiano. Pero
aquello era distinto.
Ese lunes los susurros eran aullidos y
los gritos de un desgarro mortal. Por
eso se preocuparon. Y por eso llamaron
a la Policía.
El principal Aldo Santángelo tocó
el timbre. Una voz grave le gritó como toda respuesta: “Váyanse”. Casi al
mismo tiempo, aquella voz continuó
hablando con elmismísimo rey de los
infiernos. “Sal Satanás”, le ordenaba
una y otra vez.
Acostumbrado a toparse con dementes de todo tipo, Santángelo imaginó que esta vez no sería diferente. Bastó con que se asomara a la ventana del
comedor para comprender que probablemente nunca más vería algo semejante.
Rompió el vidrio y abrió la puerta.
El piso de cerámicos estaba inundado
de un líquido rojo, chirlo yresbaladizo. Sobre la mesa reposaban tres vasos, varias velas, un disco de La Misa
Criolla por Los Fronterizos, y algunos
frasquitos.
Una jovencita estaba arrodillada sobre el cadáver desfigurado de un hombre desnudo. Mientras le asestaba puñaladas con un cuchillo tramontina, repetía con una voz que venía de otra parte: “Sal Satanás, deja el cuerpo de papá”. A un costado de la escalera, su hermanapermanecía sentada sobre la san-
Diagnósticos
La hermana menor, Silvina (foto),
fue declarada inimputable.
Gabriela fue sobreseída. Los médicos le diagnosticaron un “síndrome
pseudoesquizoide con intervalos
semilúcidos”. Para la Justicia, es
una persona normal, con
trastornos de personalidad que
deben ser atendidos en la intimidad de una sesión de psicoanálisis
“Le saqué el demonio...
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La Plata, martes 27 de marzo de 2001
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Justicia, Seguridad y Policía
El día en que se instaló el fantasma de las sectas
La contención de los afectos
El tío de las hermanas Vázquez, Pascual, está radicado en Berisso desde hace varios años.
En diciembre pidió la intervención de la Defensoría de la Ciudad de Buenos Aires para acelerar lasalida de su sobrina. De esa forma, Gabriela pudo pasar el fin de semana de Navidad
junto a su familia cercana. Después volvió al
hospital. Pero una denuncia pública del director del Moyano, Néstor Marchant, sobre la degradación psicológica que para Gabriela significaba permanecer internada apuró finalmente
la salida. Hoy vive en la vecina ciudad.
Luego del parricidio de Saavedra, todas lasmiradas se
posaron en el centro alquímico Transmutar, dirigido
por Sergio Etcheverry. La idea de que una secta con
aristas satánicas pudiera hacer estragos en estas tierras nuestras, preocupó a la sociedad entera. Sin
embargo, aún hoy poco se sabe acerca de los
alcances de un término tan ambiguo como ése y par-
ticularmente, la actividad que despliegan en la
Argentina este tipo de grupos.Uno de los problemas
más frecuentes es el de definir el término “secta”. Hay
quienes adoptan criterios cuantitativos, otros los
tienen de tipo criminalístico, o quienes tienen criterios
explícitamente religiosos. Alrededor de este tema, lo
que sobran son dudas y prejuicios.
EL PARRICIDIO DE SAAVEDRA
La pesadilla más grande, un año después
El 27 de marzo de 2000, la policía entró en undepartamento. Halló el cuerpo destrozado de un hombre.Encima suyo, blandiendo un tramontina,
su hija menor gritaba “sal Satanás”. La mayor, parecía ajena a todo. Silvina fue declarada inimputable. Gabriela fue sobreseida. Y hoy vive en Berisso
Hace exactamente un año, la policía
ingresaba en el departamento de Manuela Pedraza al 5873, en el barrio de
Saavedra. Eran las 11 de la mañana. Un
díade otoño; casi, casi como cualquier
otro. Los efectivos cruzaron el umbral.
Allí dentro, el aire se cargaba con las
plegarias masculladas por las voces roncas. Y olía dulzón y repugnante, como
sólo puede oler la perversa alquimia de
la sangre, el incienso, las velas y los excrementos.
Para los vecinos de la cuadra, las
persianas bajas, la luz tenue zafándose entre las rendijas y elmurmullo incansable de rosarios eternos, eran
parte del paisaje cotidiano. Pero
aquello era distinto.
Ese lunes los susurros eran aullidos y
los gritos de un desgarro mortal. Por
eso se preocuparon. Y por eso llamaron
a la Policía.
El principal Aldo Santángelo tocó
el timbre. Una voz grave le gritó como toda respuesta: “Váyanse”. Casi al
mismo tiempo, aquella voz continuó
hablando con elmismísimo rey de los
infiernos. “Sal Satanás”, le ordenaba
una y otra vez.
Acostumbrado a toparse con dementes de todo tipo, Santángelo imaginó que esta vez no sería diferente. Bastó con que se asomara a la ventana del
comedor para comprender que probablemente nunca más vería algo semejante.
Rompió el vidrio y abrió la puerta.
El piso de cerámicos estaba inundado
de un líquido rojo, chirlo yresbaladizo. Sobre la mesa reposaban tres vasos, varias velas, un disco de La Misa
Criolla por Los Fronterizos, y algunos
frasquitos.
Una jovencita estaba arrodillada sobre el cadáver desfigurado de un hombre desnudo. Mientras le asestaba puñaladas con un cuchillo tramontina, repetía con una voz que venía de otra parte: “Sal Satanás, deja el cuerpo de papá”. A un costado de la escalera, su hermanapermanecía sentada sobre la san-
Diagnósticos
La hermana menor, Silvina (foto),
fue declarada inimputable.
Gabriela fue sobreseída. Los médicos le diagnosticaron un “síndrome
pseudoesquizoide con intervalos
semilúcidos”. Para la Justicia, es
una persona normal, con
trastornos de personalidad que
deben ser atendidos en la intimidad de una sesión de psicoanálisis
“Le saqué el demonio...
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