PARSIFAL 3
FINAL
En el castillo del Grial se le insta a Amfortas para que celebre el rito
sagrado del servicio del Grial; a que descubra el santo cáliz para que su
vista pueda renovar el ardor de los Caballeros y estimularles para que
efectúen actos de servicio espiritual; pero él se resiste temiendo el
sufrimiento que la vista del cáliz le hará sentir. La herida que tiene en
el costado siemprevuelve a sangrar a la vista del Grial, como la herida
del remordimiento nos hace sufrir cuando hemos cometido un pecado
contra nuestro ideal.
Finalmente, cede a las súplicas combinadas de su padre y de los
caballeros y celebra el rito sagrado, aunque está sufriendo al mismo
tiempo la más atormentadora agonía. Parsifal que está en un rincón,
siente por simpatía el mismo sufrimiento, sin darse cuentade por qué,
y cuando Gurnemanz, le pregunta después de la ceremonia,
ansiosamente lo que ha visto, él se queda mudo, y entonces le echa
airadamente fuera del castillo el desengañado caballero.
Los sentimientos y emociones no refrenados por el saber, son buenas
fuentes de tentación. La misma inocencia y sencillez del alma que
aspira al cielo, la convierte muchas veces en una fácil presa para elpecado. Para el crecimiento del alma, es necesario que estas tentaciones
se presenten para hacernos ver nuestros puntos flacos. Si caemos,
sufrimos lo mismo que Amfortas; pero el dolor desarrolla la
consciencia y nos hace aborrecer el pecado. Nos fortifica contra las
tentaciones. Todos los niños son inocentes porque no han sido
tentados; solamente cuando hemos sido tentados y hemos
permanecidopuros, o bien cuando hemos caído y nos hemos
arrepentido y reformado, somos virtuosos. Por esta razón Parsifal debe
ser tentado.
En el segundo acto vemos a Klingsor despertando a Kundry, porque
ha observado que Parsifal viene hacia su castillo, y le teme más que a
todos los que han venido antes, porque es un tonto. Un hombre de
sabiduría mundana es enredado fácilmente por los engaños de las
doncellasflores de su jardín, pero la sencillez de Parsifal le protege, y
cuando esas aparentes flores humanas le rodean, él pregunta
inocentemente: ¿Sois flores? /¡Exhaláis un olor tan suave!"Para vencer
su pasividad es preciso emplear la astucia superior de Kundry y
aunque ella suplica, protesta y se opone, es forzada a tentar a Parsifal,
y a este fin se le aparece como una mujer de belleza soberana,llamando a Parsifal por su nombre. Este nombre evoca en su pecho
recuerdos de su niñez; el amor de su madre y Kundry le hace sentarse
a su lado, y empieza a actuar delicadamente sobre sus sentimientos,
recordando a su memoria visiones del amor de su madre y de la
tristeza que sintió cuando él se había marchado y de la cual murió.
Después le habla del otro amor que puede ser una compensación para
él,del amor del hombre para la mujer y finalmente ella pone en sus
labios un beso ferviente, largo y apasionado.
Entonces se produce un silencio profundo y terrible, como si el destino
del mundo entero estuviese pendiente de este beso; y cuando ella le
coge en sus brazos, la cara de Parsifal sufre un cambio gradual,
dibujándose en ella una mueca de sufrimiento. De repente se levanta
de un salto,como si aquel beso le hubiese inferido un nuevo
sufrimiento; las líneas de su figura pálida se hacen más intensas y con
las manos fuertemente apretadas sobre el corazón, como para sofocar
una tremenda agonía. Se le aparece en una visión el cáliz del Grial y
Amfortas con el mismo horrible sufrimiento, gritando por fin:
"¡Amfortas, oh Amfortas! Ahora lo sé; la herida de la lanza en tu
costado es la queme quema el corazón y está aniquilando mi propia
alma. ¡Qué pena! ¡Qué miseria! Angustia espantosa..., la herida está,
sangrando en mi propio costado". "Y continúa con la misma horrorosa
entonación: "No es eso sólo. Esto no es la lanza hundida en mi costado,
sino que hay fuego y llama dentro de mi corazón que perturba mis
sentidos y me hace delirar en una locura horrible de un amor doloroso....
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