Parte de un libro.

El gran Leviatán

Capítulo 1: El comienzo

La caída

Todos los árboles estaban oscuros, sin vida, parecían tristes. Curioso, es como si mi inevitable muerte les pusiera triste. Todo ha pasado muy rápido, se nota que las guerras destruyeron lo poco de humano que nos quedaba. Miro por doquier y no encuentro nada con algo de…vida. No existen animales, tampoco agua potable, ni tampoco haylluvias seguidas o tormentas, la luna tampoco se ve y el Sol ha perdido todo su brillo vital, ya solo es un faro de luz grande, pero no es nada especial. Veo los rostros de aquellas máquinas, metal que carga sus pesadas armas apuntando hacia mí, esos ojos de robots sin sentimientos me deja la piel de gallina, pensando en todo por lo que yo luché, y quedar así, sin más, sin vida, sin alma, sinhumanidad. Les veo, y solo concluyo que me asesinarán sin mayor escrúpulo, sin sentir nada y tampoco se acordarán de mí. Es curioso, pensé que no había nada más temible que una mafia haciendo esto, pero ellos al menos te insultan, algo humano. Ahora mismo, todo es frío, y no te equivoques, porque estos no cometen errores, me van a disparar en mis partes mortales y no tendré ningún chance de sobrevivir,pero tampoco lo quiero, prefiero morir, porque ya no aguanto esta situación.
Mi nombre es Miguel, mi apellido no es importante, bueno, tampoco es que tenga uno realmente, ya que actualmente eso de los apellidos no existe. Yo soy y vivo, de los pocos entes que quedan en el planeta tierra. Miro y soy, mi ser se complementa con la naturaleza, creo en cuanto soy, porque siempre seré mi propio ser.Yo he visto desgracias, pero nunca nada es igual. Ahora mismo caí en las garras de un Leviatán, alguien a quien no puedes vencer, algo así como el mal puro, la corrupción al límite. No me queda mucho, así que os voy a contar la historia de cómo un mundo puede destruirse bajo la mano de una sola persona. No sé si entendéis, pero yo tengo miedo, mucho miedo. Porque no solo significa mi muerte, ladestrucción de la esperanza de pocas personas –ya que muchas no puede ser-, sino que además, estoy enfrente de la cosa más terrorífica del mundo, el mal hecho carne y hueso, y éste, verdugo mío, es además, el verdugo de todos. Estoy temblando, porque estoy viendo mi muerte cerca, y no creo que vosotros la tengáis tan cerca como yo, ni lo entenderéis hasta que la tengáis. Es frío, totalmente, yademás, lleno de indiferencia, ¿el qué? Todo. Todo está frío ahora, como si mi muerte implicara un cambio radical. No habéis vivido en un mundo tan bélico como yo, donde el día que no había guerra era porque había exterminios de etnias. Otros se suicidaban para no sufrir ante el Leviatán. Otros no sabían qué hacer. Triste, eso es todo lo que me describe a mi zona emotiva, y, tristeza, es lo que describea todo el mundo que me rodea. Me da pena, porque desearía poder haberlo parado, pero tampoco tenía muchas opciones. Todo empezó así:



El gran hallazgo.

Era el año 2018, yo Miguel estoy en clase de filosofía en la Universidad Complutense. Los primeros días me sentía raro, pero luego un compañero se presentó felizmente y descaradamente, refiriéndome a esto último como que vino y me saludosin vergüenza. Se llama Trusta, o así se decía llamar él. Yo creo que me acuerdo de su nombre, no sé si era José o algo así, pero a él siempre le llamamos por Trusta. Un tipo excelente, realmente brillante en todo. Crítico respecto a todo, y como persona era humilde y muy altruista. Todo en la Complutense era divertido, pero la universidad pública se venía abajo, y muchas otras cosas, había díasque no aguantábamos las mentiras y los desahucios, ni tampoco el maltrato de la policía ni nada. Era una situación de descaro total por parte del gobierno, y eso no lo aguantábamos alumnos de esta universidad (ni de muchas otras).
Hoy tocaba un debate, tema superfluo. Pero Trusta me comentó una cosa que por la noche, mientras estaba en mi cama tumbado, fui dándole vueltas.
-Trusta: ¡Increíble...