Partido politicos
Guido Grooscors
La interrogante que precede este comentario es oportuna puesto que, por una parte, el panorama que se presenta para las organizaciones políticaspermanentes, en nuestro país, al comenzar un nuevo quinquenio constitucional (1999-2004), no es nada prometedor y, por otra se han exteriorizado opiniones variadas en el sentido de que una nuevademocracia supone la eliminación de los llamados partidos tradicionales.
El desprestigio de los partidos en realidad venía incubándose desde hace años, se acentuó durante el período de gobierno querecién concluyó y culminó con las elecciones presidenciales efectuadas el 6 de diciembre, las cuales consagraron en los primeros lugares del favor electoral a nuevos agrupamientos, inexistentes para elproceso electoral de 1993 que, sin embargo, fortalecidos al calor de la última campaña, dejaron muy detrás de ellos a los partidos del status.
Estimo necesario dar respuesta a la pregunta formuladaen vista de que los venezolanos en noviembre y diciembre pasados votamos en democracia con el deliberado propósito, si damos crédito a los sondeos de opinión, de transformar la llamada democraciarepresentativa actual en un régimen que garantice una mayor participación ciudadana, acorde con las aspiraciones de grandes sectores de la población que repudian la corrupción y el clientelismo quecaracterizó la actuación del bipartidismo en el escenario político de los últimos cuarenta años. Advierto, desde ya, que tal punto de vista debe ser tomado como una verdad a medias pues no todo ha sidonegativo en el comportamiento de los partidos como entes fundamentales para el cabal funcionamiento del sistema democrático. No es esta, por supuesto, la ocasión para presentar el listado de los aspectospositivos de la acción partidista. Baste señalar que la Constitución de 1961, la de mayor permanencia en el desarrollo político de nuestro país, es un texto que consagra, con la mayor claridad, los...
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