Parto
Madrid- Los anglosajones lo tienen claro. Para referirse el paso del feto a través del canal del parto utilizan la palabra «travel». Un «viaje» que elpaleontólogo Juan Luis Arsuaga enfatiza en el mismo título de su última obra: «El primer viaje de nuestra vida» (Temas de hoy), libro en el que analiza la historia natural del parto, así como las diferenciasentre la gestación en los seres humanos, sus antepasados y otros mamíferos. No en vano, como explicó ayer Arsuaga, nuestro parto, «uno de los espectáculos más asombrosos de la naturaleza», es«radicalmente diferente al de otras especies». El trabajo, añadió, tiene su origen en su prestigiosa tesis doctoral que relacionaba la pelvis y la gestación, y que exponía los «hilos argumentales de la evoluciónhumana y los aspectos más relevantes de nuestra naturaleza».
Desarrollo más rápido
La duración del embarazo humano es ligeramente mayor que en los grandes simios. Sin embargo, los chimpancés,gorilas y orangutanes alumbran crías en un mayor estado de madurez. Eso sí, si bien es verdad que los bebés son las únicas crías mamíferas que nacen antes de tiempo, sin desarrollar y dependientes,pasado un año, son mucho más precoces que un mono de la misma edad.
Menos dolor para los simios
El dolor en el parto en otras especies es también objeto de estudio. La paleontología humana describe elparto del simio como «rápido y poco doloroso, y el humano como «largo y traumático». A esta situación se habría llegado por dos sencillas razones: debido a que somos bípedos y el cerebro de haexpandido en la evolución humana, se habría producido una desproporción de la cabeza del feto y el canal del parto óseo. Además, la mujer es la única hembra de mamífero que no puede «arreglárselas ella sola»en el proceso y, por tanto, necesita asistencia.
Comerse la placenta
Podría ser comestible. De hecho, dice el autor, si se traduce del latín vendría a significar «torta». Pero aun así,...
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