Pasajes turisticos
Páginas: 5 (1192 palabras)
Publicado: 19 de marzo de 2011
Blog dedicado íntegramente a Madrid: su historia, sus iglesias, sus rincones, paseos por el Madrid antiguo y moderno, hecho con el ánimo de suscitar el interés de madrileños y forasteros sobre las cosas de la Villa
viernes 11 de febrero de 2011
Pasajes de Madrid
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Hay un Madrid explícito, abierto, el de las calles y plazas, y otro Madrid mas oculto, emparedado, el de los pasajes otravesías urbanas. Los pasajes de Madrid, los pocos que aún subsisten, tienen, sobre todo alguno de ellos, un aire lóbrego y decadente, como de restos de un naufragio. A quien conoció, antaño, mejores tiempos para estos pasajes de Madrid, le da un poco de pena verles sumidos ahora en tal situación de abandono y por eso me he decidido a visitarlos como se visita, entre la nostalgia y el cariño, a unfamiliar anciano y enfermo, para conocer como se encuentra.
Los pasajes, he leído en alguna parte, fueron frecuentes en muchas ciudades europeas y debieron ejercer un encanto inigualable sobre nuestros antepasados. No era poca cosa poder recorrer largas distancias enlazando unos con otros, resguardado del frío y de la lluvia, lejos del tráfico y en cambio, pudiendo descansar gozosamente en lasterrazas de los cafés y disfrutar de la visión seductora de los escaparates de los comercios de lujo. Paris, Londres, Milán, entre otras ciudades, rivalizaron por tener mejores pasajes o galerías. Madrid, en tono de imitación, construyó tres o cuatro de los que apenas queda memoria 1.
He recorrido en esta mañana soleada de febrero algunos de estos lugares ocultos, siguiendo en linea recta untrayecto, aconsejable a los andarines curiosos de la Villa, que va desde la calle de Fuencarral a la Plaza de Benavente.
El primero de estos pasajes que he visitado es el “pasadizo”, construido en 1958, que comunica la calle de Fuencarral con la Corredera Alta de San Pablo, al que hace poco dedicaba Moncho Alpuente un emotivo reportaje 2. “El pasaje, galería, -escribe Alpuente- contaba conrecodos, rotondas y una esmerada decoración de interiores con guiños a una emergente modernidad urbana”. Coincido con el cronista en la memoria de los establecimientos comerciales allí ubicados, (mi padre, comerciante, llegó a tener allí por breve tiempo un pequeño local de venta de carritos, silletas o cochecitos para niño), especialmente “de los ecos festivos del bullicioso Hogar Canario” a cuyasfiestas domingueras, en las que “se daban cita la chicas mas guapas residentes en Madrid”, llegué a ir alguna vez, aunque sin mucho éxito. Por cierto que en este Hogar Canario de Madrid se editaba una tan interesante como modesta publicación, titulada “Omnibus galdosiano” dedicada a la difusión de los estudios sobre el gran escritor canario de nacimiento y madrileño de adopción.
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Pasaje deFuencarral
[pic]Pasaje de Fuencarral. Decoración
Actualmente el paseante siente un cierto recelo e incomodidad al pasar por este largo y sinuoso pasadizo, ocupado tan solo por un único comercio de joyería y piensa que, a pesar de su franco deterioro, no sería muy difícil conseguir su rehabilitación integral, algo que los vecinos del barrio de Malasaña y los madrileños, en general, agradecerían.[pic]Caminado por la calle Fuencarral y cruzando la Gran Vía, nos situamos en la calle de la Montera, en pleno centro del actual Madrid golfo. Aquí nos encontramos con el pasaje mas antiguo e interesante de todos los que subsisten: el pasaje del Comercio, también conocido como de Murga, por el apellido del propietario de las casas en que fue construido allá por el año 1847. No está mal, depaso, recordar que la calle de la Montera, durante el siglo XIX fue una de las principales de Madrid por la profusión de sus comercios y animación de su tránsito, a la vez que paseo de buen tono para los “elegantes”. Escribe Pedro de Répide 3, hacia finales de los años veinte del pasado siglo, que la dedicación de esta calle al comercio era tan absoluta "que ya no son solo las tiendas y los...
viernes 11 de febrero de 2011
Pasajes de Madrid
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Hay un Madrid explícito, abierto, el de las calles y plazas, y otro Madrid mas oculto, emparedado, el de los pasajes otravesías urbanas. Los pasajes de Madrid, los pocos que aún subsisten, tienen, sobre todo alguno de ellos, un aire lóbrego y decadente, como de restos de un naufragio. A quien conoció, antaño, mejores tiempos para estos pasajes de Madrid, le da un poco de pena verles sumidos ahora en tal situación de abandono y por eso me he decidido a visitarlos como se visita, entre la nostalgia y el cariño, a unfamiliar anciano y enfermo, para conocer como se encuentra.
Los pasajes, he leído en alguna parte, fueron frecuentes en muchas ciudades europeas y debieron ejercer un encanto inigualable sobre nuestros antepasados. No era poca cosa poder recorrer largas distancias enlazando unos con otros, resguardado del frío y de la lluvia, lejos del tráfico y en cambio, pudiendo descansar gozosamente en lasterrazas de los cafés y disfrutar de la visión seductora de los escaparates de los comercios de lujo. Paris, Londres, Milán, entre otras ciudades, rivalizaron por tener mejores pasajes o galerías. Madrid, en tono de imitación, construyó tres o cuatro de los que apenas queda memoria 1.
He recorrido en esta mañana soleada de febrero algunos de estos lugares ocultos, siguiendo en linea recta untrayecto, aconsejable a los andarines curiosos de la Villa, que va desde la calle de Fuencarral a la Plaza de Benavente.
El primero de estos pasajes que he visitado es el “pasadizo”, construido en 1958, que comunica la calle de Fuencarral con la Corredera Alta de San Pablo, al que hace poco dedicaba Moncho Alpuente un emotivo reportaje 2. “El pasaje, galería, -escribe Alpuente- contaba conrecodos, rotondas y una esmerada decoración de interiores con guiños a una emergente modernidad urbana”. Coincido con el cronista en la memoria de los establecimientos comerciales allí ubicados, (mi padre, comerciante, llegó a tener allí por breve tiempo un pequeño local de venta de carritos, silletas o cochecitos para niño), especialmente “de los ecos festivos del bullicioso Hogar Canario” a cuyasfiestas domingueras, en las que “se daban cita la chicas mas guapas residentes en Madrid”, llegué a ir alguna vez, aunque sin mucho éxito. Por cierto que en este Hogar Canario de Madrid se editaba una tan interesante como modesta publicación, titulada “Omnibus galdosiano” dedicada a la difusión de los estudios sobre el gran escritor canario de nacimiento y madrileño de adopción.
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Pasaje deFuencarral
[pic]Pasaje de Fuencarral. Decoración
Actualmente el paseante siente un cierto recelo e incomodidad al pasar por este largo y sinuoso pasadizo, ocupado tan solo por un único comercio de joyería y piensa que, a pesar de su franco deterioro, no sería muy difícil conseguir su rehabilitación integral, algo que los vecinos del barrio de Malasaña y los madrileños, en general, agradecerían.[pic]Caminado por la calle Fuencarral y cruzando la Gran Vía, nos situamos en la calle de la Montera, en pleno centro del actual Madrid golfo. Aquí nos encontramos con el pasaje mas antiguo e interesante de todos los que subsisten: el pasaje del Comercio, también conocido como de Murga, por el apellido del propietario de las casas en que fue construido allá por el año 1847. No está mal, depaso, recordar que la calle de la Montera, durante el siglo XIX fue una de las principales de Madrid por la profusión de sus comercios y animación de su tránsito, a la vez que paseo de buen tono para los “elegantes”. Escribe Pedro de Répide 3, hacia finales de los años veinte del pasado siglo, que la dedicación de esta calle al comercio era tan absoluta "que ya no son solo las tiendas y los...
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