Pasajes
aquel mismo día.
Pensemos en ese día.
Fue el día de la resurrección.
El día más grande en la historia de la humanidad.El día en que por primera vez la muerte fue vencida por un hombre de
carne y huesos como él dijo.
“… un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”. Lucas
24:39.
Gracias a lo quesucedió ese día, podemos cantar porque él vive,
nosotros también viviremos.
Fue un día grandioso, pero para aquellos dos discípulos era un día
triste y negro.
¿Por qué?
Porque la realidadno coincidía con lo que ellos esperaban.
Porque los hechos eran distintos a lo que ellos habían planeado.
¡Cuántas veces nos hemos sentido así!
Hemos exclamado como Job...
“Cuando esperaba yoel bien, entonces vino el mal; Y cuando esperaba
luz, vino la oscuridad”. Job 30:26.
O como Juan hemos preguntado...
“¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?”. Mateo 11:3.Estos discípulos en el camino a Emaús, decían...
“Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a
Israel”.
Lucas 24:21.
Si seguimos mirando este pasaje, vemos que ellos no soloestaban
tristes, sino que se estaban alejando de Jerusalén.
No muchos días atrás, Jesús les había dicho...
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros
el reino”. Lucas12:32.
Más que nunca, aquella manada pequeña necesitaba estar unida, ya que
los días eran difíciles, y la persecución se avecinaba.
Sin embargo…
Estos dos corderos se alejaban del rebaño y elSeñor fue a buscarlos
como iría pocos días después a buscar a Pedro y varios discípulos más, a
la playa, cuando ellos se habían ido a pescar tratando de volver a la
antigua vida.
Mientras elloscaminaban, Jesús mismo caminaba con ellos.
¡Que figura de nosotros mismos, es esta!
En el camino a Emaús de nuestra vida, cuantas veces estamos afligidos y
tristes, como ellos.
Cuantas veces...
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