PASCUAL VENEGAS FILARDO: AMOR Y CONSTANCIA POR LA LITERATURA

PASCUAL VENEGAS FILARDO: AMOR Y CONSTANCIA POR LA LITERATURA

Ramelis Velásquez

Cuando revisamos lo que ha sido la historia de la literatura en Venezuela, nos asalta una angustia de esas que nos mueven a preguntarnos constantemente qué ha pasado con la crítica en tanto forma discursiva mediadora, cuya función es hacer valoraciones de la producción literaria, construir una red de diálogos ynexos entre las obras y, en base a ésta, aportar una mirada contextualizada. Indudablemente es preocupante cómo la función de la crítica literaria en nuestro país se ha visto disminuida ahora que existe una vasta producción editorial y una política de distribución del libro considerable. No es que sea totalmente nula la presencia de un discurso crítico, pero sí de un ejercicio sistemático yconsecuente del mismo, ese que debe tener un puesto relevante en el escenario de las letras para que dé cuenta de lo que se escribe y para establecerse como guía en este oficio. Ciertamente, no podemos caer en absolutismos porque todavía hay uno que otro escritor de corazón noble, de admirable humildad y amor al prójimo en la acción de leer a los otros y escribir juicios de sus obras. Al respecto diceJosé Balza que “la literatura es un proceso entre autores, críticos y lectores” (1). La interrelación entre los elementos de esta tríada expone y apunta lo que implica la recepción de las obras en ese andar que debe ser atendido, vigilado, como cuando los niños dan sus primeros pasos, y la crítica en ello tiene una presencia medular, enriquecedora, de lazarillo y centinela. Los libros se hacen yocupan espacios, dejan de ser objetos en el umbral para adquirir una dimensión inmaterial cuando los sostienen unas manos y los auscultan unos ojos, los de la conciencia, en el deseo de transitar otros recodos del imaginario y de la realidad. Los libros siguen un recorrido interesante y complejo, se extienden como las raíces y las ramas de los árboles porque parten de un lector-escritor, que es eltronco principal, para luego crecer hacia cualquier dirección en la lectura multidimensional y culturalista que hace el lector-crítico mientras se reescriben una y mil veces en el infinito imaginario de la comunidad lectora. Los libros para inscribirse realmente en la dinámica literaria de una cultura requieren de ese proceso que los inserte en un engranaje de discursos que extrapole los aspectossusceptibles de valoración. La crítica constituye ese engranaje, ese sistema abierto que permite ir tejiendo una visión de los nuevos alumbramientos en el mundo de la escritura. “Creemos que una producción en marcha también requiere de una crítica en marcha que oriente y enriquezca el trabajo del escritor, y, sobre todo, porque las obras por sí solas no establecen una literatura…”(2). Estaspalabras de la crítica y latinoamericanista Beatriz González Stephan se asientan en la urgencia de elaborar “condiciones de recepción”, “lecturas dirigidas”, “estudios inteligentes” que generen una difusión real del hacer literario, por lo menos desde el abordaje impresionista e inmanentista –este último reprobado por la autora, por cierto-, pero que en el presente -sostenemos- sería algo sumamenteestimable en esa tarea de héroes.
Uno de los escritores que forman parte de la memoria literaria del país y que resulta actualmente, a nuestro parecer, un altruista de la literatura venezolana, es Pascual Venegas Filardo. Imperioso se hace honrar con el recuerdo y la admiración a este hombre de tenaz ejercicio crítico, poeta, ensayista, difusor, docente universitario, promotor, periodista,comentarista de las letras en nuestro país. Nace en Barquisimeto en 1911 y a la edad de 20 años, en pleno período gomecista, se traslada a Caracas para realizar estudios universitarios graduándose de economista en 1944. A la par de sus estudios fue docente de Botánica, Geografía e Historia, puesto que al momento de llegar a la capital ya llevaba consigo todo un interesante referente naturalista y otras...