Pasillo 3

 Pasillo 3

Estaba en ese pasillo interminable y sin salida, de pronto, luego de correr hasta quedarme sin aire, observo un letreroque decía “Pasillo 4”.A lo lejos puedo ver a un Nahuas, y solo repetía en voz baja “Hamartia”. Corrí cegado por el desasosiego, trastabillé y me desplomé en el piso; cuando mi cabeza entró en razón,descubro que había vuelto al inicio. Al mismo tiempo, me doy cuenta de una puerta que decía “salida”, pero… ya era tarde, me encontraba exánime en el suelo.
Estaba cocinando para mi marido, ya eratarde, y él no llegaba, cuando Náhuatl (mi hijo), corre desaforadamente hacia mí.
-¡Mamá! ¡Papá está en el hospital!.
Luego de muerto, comienzo a tener imágenes sensoriales, estaba vivo otravez, pero me sentía algo torpe.
Fuimos lo más rápido que pudimos, y el hospital estaba vacío, era de noche y llovía.
Logro pararme y veo mi propio cuerpo desplomado en el duro y desgarradorsuelo, solo sentí que debía salir de allí y con la mayor ligereza que podía tener, fui hacia la salida.
Yo había llevado un arma para protegernos, por cualquier hecho incmodante.
Luego me doycuenta de que soy materia, algo físico, no un espectro como creía hasta entonces, como si hubiera muerto un yo mismo; me veo en un fragmento de espejo roto en el suelo y descubro que soy un monstruo, unabestia horrenda. Y por fin llegué al pasillo tres.
Vi a un hombre muerto en el pasillo cuatro, me asomé lentamente con mi arma, cuando tristemente descubro que era mi marido, sin un rasguño. Miúnico remedio fue llorar, tirarme al suelo al lado de él y llorarle. Pero no duró mucho, escuché pasos lentos, torpes, y bacilantes.
Así que tomé mi arma y fuimos a cobrar venganza a aquel que lehubiera causado tal daño al amor de mi vida.
Tampoco podía hablar, puesto que no tenía lengua, sólo podía gemir.
Llegamos al pasillo tres, y vimos a un hombre, mejor dicho, un monstruo....