pasiones rimanas
Pasiones romanas
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
MARÍA DE LA PAU JANER
PASIONES
R O MA N A S
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
A mis padres
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
Buscas en Roma a Roma,¡oh, peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas...
«A Roma sepultada en sus ruinas»,
FRANCISCO DEQUEVEDO
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
Índice
RESUMEN ................................................................................. 6
PRIMERA PARTE.................................................................... 7
SEGUNDA PARTE ................................................................ 46
TERCERA PARTE................................................................. 87
CUARTA PARTE ................................................................. 157
QUINTA PARTE.................................................................. 198
SEXTA PARTE ..................................................................... 239
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
RESUMEN
En lugar de subir al avión que debe llevarlo de vuelta a suhogar, un hombre decide en el último momento desafiar al
destino y emprender una travesía muy diferente. ¿Podrá
recuperar en Roma a la mujer que dejó marchar años atrás?
Ignacio no puede saber cuánto queda en Dana de la pasión que
los arrebató y se truncó tan injustamente, pero prefiere el
vértigo de esta decisión irreflexiva a la atonía en la que ha
entrado su vida. Con esta inolvidablehistoria sobre la
fascinación y el infortunio del amor, sobre los golpes ocultos del
destino, María de la Pau Janer nos ofrece una magnífica novela,
llena de sensualidad, de emociones y de personajes que
alcanzan nuestra fibra más íntima.
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
PRIMERA PARTE
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María de la Pau Janer
Pasiones romanas
I
Aunque ha llegado al aeropuertocon tiempo suficiente, este hombre no subirá al
avión. Nunca le han gustado las prisas. Prefiere tomarse la vida con calma. Hace
tiempo, descubrió que vivía una serie de situaciones relativas: una estabilidad que a
veces pende de un hilo, un equilibrio que nunca le ha inspirado demasiada
confianza. Al fin y al cabo, un conjunto de incertidumbres que intenta apuntalar.
Al bajar del taxi hamirado el cielo; un movimiento instintivo de la barbilla, de las
cejas que dibujan un arco. En su rostro se refleja la curiosidad. Podría extrañar tanto
interés por unas nubes que rompen la nitidez del atardecer: una forma de ocultar la
prisa por marcharse, la urgencia de sustituir trazos de niebla por una línea más
firme; un azul por otro azul. Toma el maletín, que es su único equipaje. No legusta
llevar demasiados enseres cuando viaja. Va hasta el mostrador de facturación, donde
no tiene que hacer mucha cola. Todo está calculado: el tiempo justo que le garantiza
el asiento que quiere, una ventanilla para apoyar la cabeza, medio adormecido. La
parada en el quiosco donde comprará la prensa, un café en la barra del bar, los pasos
por la cinta que le conduce al módulo tres. Nodedicará atención a las tiendas que
hay en el ancho pasillo que recorre como un autómata. Hace años que no lleva
regalos de sus viajes a nadie. Se sienta en una silla cerca de la puerta de embarque,
dispuesto a partir.
En el aeropuerto, hay un mundo que transcurre a su alrededor a pesar del gesto de
indiferencia con que él lo observa. Existe paralelo a la vida real, pero no se confunde
con ella,porque tiene ritmos propios. Es un universo de idas y venidas, de rostros
que se cruzan un instante, sin que nadie se esfuerce por retener los rasgos de los
demás. Alguien que no tiene nombre ni historia, que desaparecerá hacia destinos que
no importan. Hay una sensación de provisionalidad. Cualquier impresión resulta
efímera, como un soplo de aire que se lleva los recuerdos, las imágenes,...
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