pastoral evangelizadora
PARA UNA PASTORAL DE LA CULTURA
II
DESAFÍOS Y PUNTOS DE APOYO
Una época nueva en la historia de la humanidad (Gaudium et Spes, n. 54)
7. Las condiciones de vida del hombre moderno en estos últimos decenios del segundo milenio se han transformado de tal modo que el Concilio Vaticano II no duda en hablar de « una nueva era de la historia de la humanidad »(Gaudium et Spes, n. 54). Para la Iglesia es un kairós, un tiempo favorable para una nueva evangelización, en la que los nuevos rasgos de la cultura constituyen otros tantos desafíos y puntos de apoyo para una pastoral de la cultura.
La Iglesia en nuestro tiempo toma viva conciencia de ello bajo el impulso de los Papas que han desarrollado y actualizado la doctrina social de la Iglesia, de Rerumnovarum en 1891 a Centesimus Annus en 1991. Las Conferencias Episcopales, las federaciones de éstas, los Sínodos de obispos se inspiran en ella para emprender iniciativas concretas que correspondan a las situaciones propias de cada país. En el seno de esta diversidad, sin embargo, destacan algunos rasgos.
En la situación cultural hoy dominante en diferentes partes del mundo, el subjetivismoprevalece como medida y criterio de la verdad (Fides et Ratio, n. 47). Se cuestionan los presupuestos positivistas acerca del progreso de la ciencia y la tecnología. Tras el fracaso espectacular del marxismo-leninismo colectivista y ateo, la ideología rival del liberalismo revela su incapacidad para proporcionar la felicidad al género humano, en la dignidad responsable de cada persona. Un ateísmopráctico antropocéntrico, la ostentación de la indiferencia religiosa, un materialismo hedonista que lo invade todo, marginan la fe como algo evanescente, sin consistencia ni relevancia cultural en el seno de una cultura « prevalentemente científica y técnica » (Veritatis splendor, n. 112). « En realidad, los criterios de juicio y de elección seguidos por los mismos creyentes se presentan frecuentementeen el contexto de una cultura ampliamente descristianizada Como extraños e incluso contrapuestos a los del Evangelio » (Veritatis splendor, n. 88). El papa Juan Pablo II lo recordaba al celebrar el vigésimo quinto aniversario de la constitución conciliar sobre la liturgia: « La adaptación a las culturas exige una conversión del corazón y, si es necesario, romper con los hábitos ancestralesincompatibles con la fe católica. Esto requiere una seria formación teológica, histórica y cultural y un juicio sano para discernir lo que es necesario o útil o por el contrario, inútil y dañino para la fe » (Vicesimus quintus annus, n. 16).
Urbanización galopante y desarraigo cultural
8. Bajo diversas presiones, como la pobreza o el subdesarrollo de zonas rurales privadas de bienes y serviciosindispensables, pero también, en ciertos países, a causa de conflictos armados que fuerzan a millones de seres humanos a abandonar su ambiente familiar y cultural, el mundo asiste a un impresionante éxodo rural que tiende a hacer crecer desmesuradamente los grandes centros urbanos. A estas presiones de orden económico y social, se añade la fascinación de la ciudad, del bienestar y la diversión queofrece, cuya imagen transmiten los medios de comunicación social. Por falta de planificación, los alrededores y periferia de estas megápolis se convierten a menudo en guetos, aglomeraciones desmesuradas de personas socialmente desarraigadas, políticamente indigentes, económicamente marginadas y culturalmente aisladas.
El desarraigo cultural, cuyas causas son múltiples, hace aparecer por contraste elpapel fundamental de las raíces culturales. El hombre desestructurado por la herida o la pérdida de su identidad cultural se convierte en terreno privilegiado para prácticas deshumanizadoras. Jamás como en este siglo XX el hombre ha manifestado tales capacidades y talentos; jamás como en este siglo la historia ha conocido tantas negaciones y violaciones de la dignidad humana, frutos amargos de...
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