Patologización y Medicalización en la infancia
Así es como comienza el Diagnostico
Asistimos en nuestra época a una multiplicidad de "diagnósticos" psicopatológicos y de terapéuticas quesimplifican las determinaciones de los trastornos infantiles y regresan a una concepción reduccionista de las problemáticas psicopatológicas y su tratamiento. Esta concepción utiliza de modo singularmenteinadecuado los notables avances en el terreno de las neurociencias para derivar de allí, ilegítimamente, un biologismo extremo que no da valor alguno a la complejidad de los procesos subjetivos delser humano.Procediendo de manera sumaria, esquemática y carente de verdadero rigor científico, se hacen diagnósticos y hasta se postulan nuevos cuadros a partir de observaciones y de agrupacionesarbitrarias de rasgos, a menudo basadas en nociones antiguas y confusas. Es el caso del llamado síndrome de "Déficit de atención con y sin hiperactividad", de la Dislexia, del Trastorno de OposiciónDesafiante y otros trastornos constantemente inventados y reinventados, lanzados como nuevas mercaderías. Rótulos y etiquetas, maquillados de diagnósticos, y píldoras psicotrópicas que prometen resolvertodos los conflictos naturales de la vida, arrojando a la vida de la escena.
¿Qué sucede con el niño diagnosticado?
Una vez clasificadas como "enfermas", las personas se transforman en "pacientes"y consecuentemente en "consumidoras" de exámenes, tratamientos, terapias y medicaciones, que transforman sus cuerpos y sus subjetividades en problemas, blanco de la lógica medicalizadora, que tienenque ser curados individualmente.
A la vez, suponer que diagnosticar es nominar nos lleva por un camino muy poco riguroso, porque desconoce la variabilidad de las determinaciones de lo nominado. Así,el movimiento de un niño puede ser considerado normal o patológico según quién sea el observador, tanto como el retraso del lenguaje puede ser ubicado como "trastorno" específico o como síntoma de...
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