Paula

Josef Pieper

Honestamente, hoy no tenía ganas de escribir. El ambiente en mi casa no es muy propicio para eso: voces, llantos, gente que entra y sale… No es muyagradable estar aquí en este momento.
Hoy en la madrugada falleció la hija de una de las mejores amigas de mi mamá, y como ella no tiene familia aquí en Chile, mi mamá la trajo anuestra casa para que no pasara sola esta situación.
Fernanda (su hija) venía de una fiesta cuando ocurrió el accidente. ¿Fiesta? Obvio, era sábado por la noche, y apesar de no haber trabajado contemplando para alcanzar un estado de goce, deben haber pasado un rato agradable todos juntos entre amigos. El problema fue el desenlace de ella.Crecí con la idea de que las cosas pasan por algo, que cada persona tiene un camino trazado y una misión que cumplir en la vida, pero en este momento me he comenzado acuestionar todo eso. Fernanda tenía 16 años, una familia que la ama y ningún problema tan grave que no tuviera solución: tenía todo un camino por delante que recorrer. Muchospensamientos han surgido en mí y he llegado a plantearme, entre otras cosas, si cuando una persona muere, ¿realmente tenía que morir? ¿Realmente era el momento en quetenía que partir? ¿De verdad era su momento? Quizás la situación y lugar eran los equivocados, quizás ella no debió estar allí; o por otro lado quizás su camino se terminabaaquí, quizás cumplió lo que tenía que cumplir.
Hoy no quiero ser poética, hoy no quiero ser coherente, hoy no quiero escribir un texto que suene bonito: hoy sólo quieroentender.

Paula Aguilera