paula
Me parece que estamos cayendopeligrosamente en un ambiente de chabacanería, ordinariez y maltrato, por cuenta de algunos nuevos integrantes del equipo que, omitiendo las más elementales normas de cultura abusan, especialmente de las damas,en aspectos como hablarles imitando el acento propio de su dialecto regional. Entonces se les dirigen imitando a los afrodescendientes y con calificativos como “comadre”, “mami”, etc., desconociendosu condición tanto de profesionales como de damas casadas. Me pregunto si el autor de tales excesos o abusos se atrevería a imitar, de frente, a otros funcionarios del más alto nivel neogranadino,quienes también tienen su ancestro vital en las costas norte u occidental de Colombia. ¿Será capaz? Ahí queda planteado un reto definitivo! Este mismo individuo acostumbra a abrazar abusivamente anuestras colegas, y a cogerles la mano cuando van pasando por el corredor, al lado de su puesto (todo un tumbalocas otoñal!). A propósito, una voz femenina autorizada de nuestra Facultad, ha indicado queeste señor (?) Es un abusivo.
El pasado miércoles 13 de agosto de 2014, dos de los personajes de marras cogieron en gavilla a una de nuestras más ilustres docentes y, en respuesta a su admiraciónsobre la presunta buena apariencia de uno de esos “profesores” que, aparentemente, estaba cumpliendo años, le dijeron que el secreto era tener diez orgasmos diarios, en una muestra de ordinariezrampante, más propia de un lenguaje callejero y gaminoso, que del mesurado propio de un claustro. Ese mismo patán de los diez orgasmos, esta semana anterior, tal vez el miércoles 3 de septiembre, cuando una...
Regístrate para leer el documento completo.