Paulo Freire
• 5. Segunda Carta: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.Cerremos los ojos y pensemos en el miedo que alguna vez temimos en el pasado,por ejemplo nuestro primerdía de clases como educador, la cuestión de lo difícil, yel miedo que nos provoca.La cuestión que aquí se planteada no es en negar el miedo, aun cuando el peligroque lo genera sea ficticio. El miedo en sí, sin embargo es concreto.La cuestión que se presenta es la de no permitir que el miedo nos paralice o nospersuada fácilmente de desistir de enfrentar la situación desafiante sin lucha ysinesfuerzo.El miedo es provocado por alguna dificultad que tengamos, pero la dificultad estasiempre relacionada con la capacidad de respuesta del sujeto que teme.El peor error más terrible es retroceder al primer obstáculo que se nos presente, elmiedo es un derecho, que nos exige valentía. Pero no debemos dejar que nosparalice en nuestra labor como educadores.Tercera Carta: "Vine a hacer el curso demagisterio porque no tuve otraposibilidad".Escuche una vez que decir en una reunión de padres de familias de unapromoción escolar. Cual decía, que si mi hijo no logra ingresar a la universidad,entonces estudiara para profesor.Muchas veces hemos escuchado decir estas palabras de la misma forma u otra,pero siempre con el mismo sentido.La práctica educativa de la que hablamos no puede ser tomada comoúltimaopción para una persona que pretende iniciar una carrera profesional, por elcontrario el ser educador es serio. Por qué tratamos y trabajamos con gente, con 5
• 6. niños, que son seres humanos, en el que participamos en su formación comopersona. Podemos ayudar al educando o perjudicarlo,Podemos contribuir a su fracaso con nuestra incompetencia e irresponsabilidad.Pero también podemos ayudar connuestra constante preparación y con el gustode enseñar tomándolo con mucha seriedad y compromiso.Por eso no se puede formar a una persona como docente solo porque no tuvo otraoportunidad, de raíz estamos formando un exterminador de educando.Me atrevo a decir que la carrera de ser educador es subestima por la sociedad ysus políticas, con el injusto salario. Preguntándome a mí mismo: ¿La tarea deunprofesor (da) es importante?, ¿El salario que percibe es digno? ¿La sociedadreconoce la importancia de esta profesión?.Cuarta Carta: De las cualidades indispensables para el mejor desempeño de lasmaestras y los maestros progresistas.Las cualidades para un profesor progresista están sujetas con las prácticascoherentes con la opción política de una naturaleza crítica del educador, por esomismo las...
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