paz mundial cristiana
Recordando el precepto: “No matarás” (Mt 5, 21), nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la cólera homicida y del odio.
La ira es un deseo de venganza. Santo Tomasde Aquino decía que “Desear la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito”; pero es loable imponer una reparación “para la corrección de los vicios y el mantenimiento de lajusticia”.
El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. . La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin lasalvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad
Los querenuncian a la acción violenta y sangrienta y recurren para la defensa de los derechos del hombre a medios que están al alcance de los más débiles, dan testimonio de caridad evangélica, siempre que esto sehaga sin lesionar los derechos y obligaciones de los otros hombres y de las sociedades
Evitar la guerra
A causa de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, la Iglesia instaconstantemente a todos a orar y actuar para que la Bondad divina nos libre de la antigua servidumbre de la guerra. Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras. Una vezagotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa
Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensamediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
— Que el daño causado por el agresor a la nación o a lacomunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
— Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
— Que se reúnan las condiciones serias...
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