pecados ajenos
8 Pero suponga que nos demos cuenta de que el derrotero que alguien nos propone es incorrecto. ¿Nos libra necesariamente de otras responsabilidades en el asuntoel hecho de que lo rechacemos? Si sabemos que los que proponen la acción mala están participando en ella, ¿qué deberíamos hacer?
9 Algunos que tienen conocimiento de males ajenos quizás tiendan a nodecir nada sobre ello a los que tienen la responsabilidad principal de mantener limpia la congregación. ¿Por qué? Quizás no deseen que se les considere delatores. O, debido a un falso sentido delealtad, puede que tengan callado el asunto o hablen solamente con los que hayan prometido mantenerlo secreto. Esto es muy serio. ¿Por qué? Porque realmente puede resultar en participar de los pecadosajenos.
10 El apóstol Juan mostró que es posible participar del pecado de otra persona. Escribió: “Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios. [...] Si alguno vienea ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo. Porque el que le dice un saludo es partícipe en sus obras inicuas”. (2 Juan 9-11.) Un apóstata de “la enseñanza delCristo” no sería un compañero digno, y al ni siquiera saludarlo el cristiano leal evitaría participar de la iniquidad de él.
11 Puesto que así se obra en el caso de un apóstata, de seguro noquerríamos llegar a ser partícipes de la iniquidad de otras personas, cuyas acciones inmorales llegaran a conocimiento nuestro. ¿Qué hay, pues, si nos enteramos de que cierto miembro de la congregación se hahecho ladrón o borracho? Si no animamos a ese individuo a buscar el perdón de Jehová y a confesar su pecado a los ancianos, ¿estamos completamente libres de culpa? No, pues tenemos una responsabilidadseria.
La limpieza y la protección son vitales
12 Tenemos que interesarnos individualmente en la limpieza espiritual de la congregación. ¡Qué bien enfatizó esto la ocasión en que los exiliados...
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