pedagogia

Paulina Ochoa

Caso de una adicción

Kevin, ahora tengo 16 años, a mis 13 comencé a fumar cigarrillos, era de manera pasiva, yo decía que nada más losfines de semana, cuando estaba en alguna fiesta o en una discoteca; pero después se me fue convirtiendo en algo cotidiano, de todas maneras yo decía que elcigarrillo no era malo y lo seguía haciendo diario. Después de un año probé la marihuana, fue igual, yo decía que la controlaba, pero ya después tambiénfue algo diario y ya no podía estar ni un día sin fumarla, todo ésto fue llevado por las malas amistades, amistades de las cuales mis padres me advertían,pero yo no les hacía caso, yo decía que ellos eran mis amigos, ¡no saben ahora cuánto me arrepiento de no haberle hecho caso a mis padres! Ellos comenzaron asospechar por mi cambio de actitud, yo les robaba plata y ellos llegaron a la conclusión de que yo consumía droga, pero no lo habían comprobado, hasta el díaque llegaron a mi casa, los padres de la que era mi novia, yo la había llevado a consumir droga, yo nunca probé la cocaína, pero si hice que mi novia laconsumiera, yo creo que ella estaba peor que yo. La madre de mi novia se dio cuenta de todo y llegó a mi casa a reclamar, ahí se enteraron de todo mis padres,lo que hicieron fue ayudarme, yo logré salvarme y hasta dejar ese vicio, de lo que me arrepiento es que mi novia no pudo… ella murió.
Ahora estoy muytriste, me siento culpable y no se como dejarlo, por mas que lo intento lo que le paso a mi novia no me deja vivir tranquilo y siempre vuelvo a las drogas.