Pedagogias de la civilizacion
Por Martín De Ambrosio
La educación tiene que formar para el trabajo y no para una abstracta “cultura general”. Esa es la idea central del último libro de la pedagoga argentina Adriana Puiggrós1 titulado El lugar del saber. Conflictos y alternativas entre educación, conocimiento y política. Y no parece haber mal clima para que sus ideas sean tomadasen cuenta. Hace poco, en una entrevista con este diario, el ministro de Educación Daniel Filmus sostuvo que para el modelo que el Gobierno busca llevar adelante “es necesario formar para el trabajo”. “Finalmente está empezando a entender la sociedad argentina algo que siempre rechazó”, sostiene Puiggrós. “El sistema educativo argentino, si bien tuvo el gran mérito de alfabetizar al conjunto de lapoblación, compró el mito de que la renta agraria, aunque estuviera mal distribuida, derramaría riqueza sobre el conjunto del país y formó una cultura muy especulativa y poco productiva.” A modo de síntesis del contenido de El lugar del saber, Radarlibros le planteó a Puiggrós algunas hipótesis que podrían desprenderse de su libro para que diera su opinión:
1) El lugar del saber resume losprincipales problemas de la educación argentina y tiende puentes prospectivos sobre lo que debería ser el sistema educativo. “El libro busca conocer cuál debería ser y cuál debería haber sido la vinculación de la sociedad argentina con los saberes. Porque la sociedad argentina es productora de saberes, pero al mismo tiempo fracasa en la vinculación entre los saberes y el desarrollo económico social ycultural. Por otro lado, tampoco se trata de encontrar el lugar del saber, sino de construirlo.”
2) Existe un desencuentro entre la cultura que el sistema educativo fue formando, y la vida social y productiva del país. “Hay que analizar mucho ese tema. Por ejemplo, la imagen de los argentinos en el exterior, que es la del, digamos, ‘WASP argentino’. ¿Qué argentinos estuvimos y están exiliados?Los cultos, los bien formados, no el argentino que forma parte del 80 por ciento de la pobreza del Gran Buenos Aires. Hay una escisión fuerte de la cultura, que hasta ahora no alcancé a ver cómo se formó y cómo persistió dentro de la escuela pública. Hoy sí se puede ver una escisión cultural fuerte, que incluso llega al ámbito lingüístico. Yo creo, de todas maneras, que eso ya estaba ocultodetrás del delantal blanco, los rituales y el disciplinamiento.”
3) Los saberes adquiridos a través del sistema educativo argentino demostraron una asombrosa infertilidad para construir alternativas socialmente inclusivas. El país adoleció de una formación enciclopédica en detrimento de una formación inclinada a la producción. “Desde que se dicta la ley 1420 (1884) hasta la reforma de Saavedra Lamas(1916) hubo numerosos proyectos que intentaron introducir la idea de trabajo en el sistema educativo. Esas reformas fueron impedidas, no sólo por la clase media, sino por todas las clases. Incluso es transversal a los partidos: uno de los intentos de reforma más interesante lo llevó a cabo Pedro Arizaga durante el primer gobierno de Perón. Arizaga era secretario de Educación durante el ministeriode Gaché Pirán y se tuvo que ir cuando éste renunció. En su reemplazo Perón nombró al muy conservador Oscar Ivanisevich que arrasó con todo... En las clases bajas, la idea era tener un ‘hijo doctor’. Pero los empresarios que hacían un enorme esfuerzo por sostener el débil sector industrial argentino, también querían tener hijos doctores, porque la industria no daba seguridad de éxito.”
4) Esmuy difícil superar el modelo de escuela mitrista-sarmientino sin correr el riesgo de un avance de la derecha que incluso puede terminar con la educación pública. “Estoy de acuerdo. Se trata de un sistema unitario que hay que cambiar. Lamentablemente, recién se intentó en el marco del discurso neoliberal de los ‘90. Entonces a la ‘federalización’se la llamó ‘descentralización’, poniendo en marcha...
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