pedagogo
En: Usos y abusos del maltrato: Una perspectiva pscicoanalítica
Por Héctor Gallo*
Concluir la parte anterior afirmando que la postura del psicoanálisis frente a un fenómeno considerado sintomático no se ajusta a la dimensión asistencial ni reeducativa, exige abordar más ampliamente la distinción entre un sujeto pensado a partir de su insatisfacción deseante y unviviente considerado en función de sus necesidades insatisfechas.
Desde el punto de vista del deseo inconsciente no hay intervención asistencial que resulte suficiente; allí lo que se configura siempre es un "quiero recibir todavía más", que conduce sin remedio al dadivoso a no comprender qué debe finalmente hacer para que la exigencia se silencie. Para hacer comprender un poco de esta dialéctica dela queja y la demanda, que tiene su resorte en el deseo y no en el anhelo y la necesidad biológica, se toma como modelo la pregunta por lo que significa desear un niño en la contemporaneidad.
La pregunta por el deseo humano no se puede responder con una descripción de las necesidades biológicas, porque entonces pasaremos al lado de la verdad del sujeto sin interrogarla. Se creerá que cadahombre viene al mundo para alimentarse, dormir, trabajar y vivir en armonía con el medio y con los demás hombres, por tanto, si esto falla, se debe a que la sociedad no está bien organizada o simplemente a que algo en la estructura biológica está afectado, como supone la ciencia cuando ofrece un niño a todo aquel que no quiere o no puede producirlo mediante su sexualidad de pareja.
Cuando en elpsicoanálisis se dice que un niño para existir debe ser deseado, se le está dando un estatuto distinto al de organismo, por eso no planteará la importancia de alimentarlo con leche materna sino con palabras y aspiraciones, hecho que le da el estatuto de objeto libidinal.
Preguntarse qué significa desear un niño hoy, exige demostrar en qué medida su nacimiento a la condición de sujetoparticularizado por un discurso que lo nombra, es menos un acontecimiento natural que un hecho histórico fundamental. Esta tesis encuentra un soporte en las investigaciones históricas
*Hector Gallo, Psicoanalista y profesor Universidad de Antioquia. Usos y abusos del maltrato. Medellín, editorial Universidad de Antioquia, 1999, pág. 39-63.
de Philippe Ariès sobre la infancia en el AntiguoRégimen1 y se consolida a partir de una hipótesis que el psicoanálisis lleva hasta las últimas consecuencias
la cual podría formularse así: el espectáculo del mundo donde la subjetividad se constituye, no se sostiene sobre una estructura cerebral sino sobre una estructura simbólica.
De acuerdo con la perspectiva teórica y clínica abierta por una hipótesis así formulada, en los seres humanos elsentimiento de realidad, y por tanto el deseo de hacer existir un niño, no reposa sobre coordenadas biológicas, sino sobre un sistema organizado de símbolos que aspira, como afirma Lacan, a abarcar la totalidad de una experiencia, a animarla y darle sentido.
La primera consecuencia que tiene esta' definición de la subjetividad, es el reconocimiento de una realidad que no se consolida sino en lavacilación. Cada vez que las defensas del yo se ven superadas por la intensidad traumática de un conflicto que no se logra dialectizar, la realidad se quiebra y el sujeto queda a merced de las soluciones imaginarias que, de acuerdo con su estructura subjetiva, pueda producir.
Mientras las vías de constitución del sujeto son trazadas por los surcos del deseo, las del organismo son gobernadas porlos eslabones del cerebro y es indispensable tener estos dos mundos bien diferenciados si no queremos extraviarnos al formular la pregunta por el nacimiento de un niño en la perspectiva del deseo.
El nacimiento histórico del niño
Los niños han existido siempre en tanto que organismos vivos, no les ha faltado un cerebro y órganos con funciones específicas; pero en tanto constituyan una...
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