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Prof. Dr. Silva Soler, Joaquín
Universidad Católica del Maule
Talca-Chile
El autor realiza un análisis de los cambios, principalmente a nivel cultural y plantea como grandes desafíos de la modernidad actual: la necesidad de diálogo y de una acción comunicativa, sin restricciones, que conduzca a un consenso en torno a los grandesproblemas que plantea la sociedad contemporánea.
Partiendo de la observación de la historia de América Latina, hemos constatado que no se ha caracterizado por poseer realidades uniformes y continuas, sin embargo se logró formar un “patrimonio cultural común de tradiciones históricas y de fe cristiana” (Silva Soler, Joaquín; 2005; p 1). Es precisamente dicho patrimonio cultural común lo queactualmente se encuentra en crisis.
En Latinoamérica se da un proceso peculiar de submodernización (p 3) que va acompañando a la modernidad y afecta a sectores espectadores y excluidos. Como sociedad hemos de encontrarnos dentro de procesos de modernización, que se van realizando a lo largo de la historia, y caminando hacia un ideal de modernidad, un proyecto dentro del cual se encuentren nuevasposibilidades para quienes están excluidos -por diversas razones- de este proceso, logrando una sociedad más igualitaria y tratando de eliminar esa modernización marginal a la que hace referencia el autor.
A su vez, la modernidad va acompañada de una renovación y reconstrucción de lo religioso, abriéndose nuevas posibilidades orientadas hacia otras corrientes religiosas distintas del cristianismo. Estono debe vivirse como algo negativo, precisamente uno de los desafíos de la fe, consiste en le proyecto emancipatorio de la realidad; “cuando hay distintas posibilidades de comprender y ser en el mundo, entonces se aumentan las posibilidades de acción y pensamiento, se aumenta la libertad” (Silva Soler, Joaquín; 2005; p4). Esta última palabra, LIBERTAD marca la historia latinoamericana, liberaciónrefiriéndonos a las culturas y pueblos indígenas hasta los pueblos que buscaron la democracia. Aquí se observa nítidamente una voluntad de SER. La Iglesia particularmente ha comprendido que estar en el mundo es estarlo junto aquellos a quienes se les niega la posibilidad de vivir dignamente con libertad, es decir, los sujetos que se hallan transitando los procesos de modernización marginal.
Porotro lado, el autor reseña la exigencia de consenso como desafío ético surgiendo así la necesidad de una acción comunicativa que lleve a un acuerdo mutuo con el otro y así intentar satisfacer la necesidad actual de lograr una ética mundial que sea universal, responsable y dialogal (H. Küng) logrando por medio de ella el entendimiento entre los distintos grupos y clases sociales [cursivas añadidas](p 6).
El concepto “mundo de la vida” (Lebenswelt) hemos de considerarlo de relevante importancia debido a que hace referencia según J. Habermas al mundo de la vida de todos los días, sujeto a la interpretación y reinterpretación constante de las tradiciones culturales. Esto mismo sucede con la tradición de la Iglesia que va buscando con el correr de los años, en los distintos momentoshistóricos, ser fiel al mensaje de Jesús; los cristianos vivimos reinterpretando nuestro pasado considerado como una referencia para nuestro presente y futuro (p 11).
Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente, hemos de hacer referencia a las “pistas orientadoras de la acción” sugeridas por Silva Soler (2005):
En primer lugar el desafío consiste en reconocer y comprender los cambios culturales que sevan gestando a lo largo del tiempo en la sociedad, evitando el temor que provoca huída y confrontación (p8).
La solidaridad consiste en condición de posibilidad de cualquier proyecto evangelizador; solidaridad universal realizada y expresada por nuestro interés real por el otro que sufre (p9).
Asumir el carácter dialógico del Evangelio; dentro de su dinámica el diálogo tiene como meta...
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