Pedir Ayuda

Un Premio a la Esperanza
Caminando suave y con cuidado iba el joven zorro. Chico, flacucho, forrado en su piel amarillenta como la arena del desierto, con su gruesa cola terminada en punta de colornegro. Iba despacio, despacito, cuidando de no quebrar su preciado tesoro: Un gran huevo que recién había logrado robar en el Salar.
Es un zorro muy astuto y pillo. Como todos los zorros queexisten en los cuentos. Es por eso que cuando sintió un ruido que venia de la quebrada, corrió a esconder su huevo en una cueva y se oculto tras unas rocas tapándose con tierra.
Detrás de un pequeñomontículo venia Kirky, arrastrando ruidosamente un trozo de madera que había encontrado para el abuelo de su amigo.
Cuando entro a su madriguera, se encontró con la sorpresa que había un enorme huevo.¿Quién puso esto aquí? – se pregunto extrañado.
Se acercó lentamente y noto que el huevo estaba calientito, y desde su interior se escuchaban unos leves sonidos. Puso su oído y comprobó que había alguienque estaba pronto a salir.
-Mi mamá me enseñó que nunca hay que esperar que los huevos se enfríen, por que quien este por nacer, puede morir- Pensaba el armadillo.
Khirky encendió unos leños, paracalentar el ambiente.
-¿De quien será esto?... pensaba el quirquincho sin obtener respuestas.
Mientras tanto, el zorro relamiéndose sus bigotes, esperaba pacientemente un descuido para llevarse sucomida, pero unos gritos interrumpieron su espera.
-¡Khirky!... ¡Khirky!... llama fuertemente Mañungo.
-Que bueno que has llegado- dijo Khirky- alguien puso este huevo en mi casa. Tenemos que haceralgo- dijo el armadillo.
-No es necesario-, dijo Mañungo; este huevo es de un flamenco.
-¿Y como lo sabes?- Pregunto el armadillo.
-Mi abuelo me contaba, que los habitantes del pueblo salían engrupos en busca de estos huevos, además de los depredadores como los zorros que también lo consumían como una buena fuente de alimentación, fue así como los flamencos comenzaron a extinguirse en el...