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Las visitas
Escena 1
Habitación tenuemente iluminada. En una cama de una plaza una señora mayor (Florentina) está acostada, durmiendo. Revistas, remedios, etc. en el suelo. Un biombo oculta la puerta de entrada y parte de la cama. Se huele olor a eucalipto, como si se estuviera hirviendo. Observar: todo el texto de la obra podría estar grabado y la única protagonista podría participarsolo gestualmente.
Voz femenina -¡Florentina, querida!
Florentina: (despertando) ¡Lucrecia! Tanto tiempo que no nos vemos....vos te habías ido....pero decime, estás igualita
Voz de Lucrecia: no te vayas a creer, querida, una cambia hasta que deja de cambiar. Y vos ¿cómo estás?
Florentina: Acá me ves, todos estos achaques, los años no vienen solos, pero para mí vinieron muy mal acompañados: meduelen todos los huesos, me siento muy débil, puedo ver cada vez menos. Y ahora este dolor en el estómago que me está matando. Acá ¿ves?
Lucrecia: Mirá Flor, no te quejés que hay cosas peores.
Florentina: Si, vos te acordás que yo siempre fui muy quejosa. Mamá...
Lucrecia: Dejala a mamá tranquila. Terminó tan mal la pobre....Pero tu marido, tus hijos, Dorita y el menor ¿cómo se llamaba?Florentina: Robertito. Se casó, se recibió y ahora vive en Bruselas. Lástima que me salió medio rarito...Vos sabés, vivía con un novio negro. Y después se me fue, el sida, ¿viste?. Y Ernesto me dejó ya hace una punta de años. Pero no me pesa ¿eh? Era muy tarambana y le agarró el Alzeimer.... en fin, no lo aguantaba más. Ahora me está cuidando Clara, la mayor de Dorita, que aprovecha para estudiar acá yme hace compañía. Pero me hacés hablar a mí y vos tan callada. Contame de vos, dale.
Lucrecia: Y que querés que te cuente. Con todos los problemas que tuve, de médico en médico, internación de aquí, lavajes por allá, vomitivos y laxantes y todo eso... Mirá, me cansé de todo y dije basta.
Florentina: Hiciste bien, querida, a los médicos no podés aflojarles porque se te suben arriba de la cabeza yno te largan más. Son unos chupasangres. Decí que una depende de ellas... a cierta edad.
Lucrecia: Pero si vos estás fenómena, querida. ¿Cuántos tenés?
Florentina: sesenta y siete. Pero la que estás hecha una nena sos vos. No cambiás más. Estás como la última vez que te ví ¿adonde nos vimos?
Lucrecia: Yo estaba internada ¿te acordás? En el San Petronilo... Pero mirá, no recordemos cosas feas.Ahora que nos volvimos a encontrar....
Voz de Dorita: ¡Abuela! ¿Con quién estás hablando?
Florentina: Con nadie querida, es el televisor, seguí estudiando.
Lucrecia: Sigue meterete como siempre ¿no? Me acuerdo de cuando lo encontró a tu marido con la muchacha ¿te acordás?
Florentina: ¡Si! Y era una nenita ¿te acordás? Tenía seis años y se puso a gritar: ¡Abu, qué le estás haciendo a la Pirula!Lucrecia: Era una bandida. ¿Y ahora?
Florentina: Es igual, ¿no viste? Y ahora tiene un noviecito, capaz que se lo trae aquí y todo.
Lucrecia: Es que los chicos son así. Hacen su vida. Ahora es tan distinto...
Florentina: ¿Te acordás? Si íbamos al cine con los fulanos nos metían a Oscarcito en el medio.
Lucrecia: Si, y había que darles una moneda para que se vayan a dar una vuelta y no contaranada...
(Silencio)
Florentina: Pobre mamá, me estaba acordando de ella...me dan ganas de llorar.
Lucrecia: Mamá está en el mejor de los mundos, Florentina, quedate tranquila.
Florentina: ¿A vos te parece, nena? Qué se yo, a veces se me ocurre cada cosa...
Lucrecia: No te pongás pesada, querida. Mamá era una santa. Todo lo feo que tuvo que hacer se debió a que Papá no se aguantaba y estabatodo el día dale que te dale. Yo creo que Dios se dio cuenta y le perdonó todas esas cosas horribles, pobrecita...
Florentina: Es que los hombres son de lo peor. Que Dios me perdone y espero que también lo haya perdonado a Papá.
Lucrecia: ¡Pero claro, nena! Vos siempre haciéndote el bocho con esas cosas. Son cosas que pasan, nada más.
Florentina: Si, tenés razón
(silencio)
Florentina:...
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