pedro paramo

H.H. Cuautla, Morelos a 19 de Septiembre del 2013






PEDRO PÁRAMO
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi
Madre me lo dijo. Y le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. “No dejes
De ir a visitarlo-me recomendó-.Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura
De que le dará gusto conocerte.” Todavía antes me había dicho:-No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y
Nuncame dio…El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de
Sueños, y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza
Que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a
Comala. Eraese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente,
Envenenado por el olor podrido de las saponarias. El camino subía y bajaba:-¿Cómo
Dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo?
-Comala, señor.
-¿Está seguro de que ya es Comala?
-Seguro, señor.
-¿Y por qué se ve esto tan triste?
-Son los tiempos, señor.
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mimadre; de su nostalgia,
Porque me dio sus ojos para ver, y su voz era secreta casi apagada, como si hablara
-¿Y a qué va usted a Comala, si se puede saber?-oí que me preguntaban.
-Voy a ver a mi padre-contesté.
-¡Ah!-dijo él.
Caminábamos cuesta abajo.-Bonita fiesta le va a armar
Luego añadió:
-Sea usted quien sea, se alegrará de verlo
-¿Y qué trazas tiene tu padre, si se puede saber?
-No loconozco-le dije-.Sólo sé que se llama Pero Páramo.
-¡Ah!, vaya.
-Sí, así me dijeron que se llamaba.
Me había topado con él en Los Encuentros, donde se cruzaban varios caminos. Me
Estuve allí esperando, hasta que al fin apareció ese hombre.
-¿Adónde va usted?-le pregunté.
-Voy para abajo, señor.
-¿Conoce un lugar llamado Comala?
-Para allá mismo voy. Lo seguí.
-Yo también soy hijo de PedroPáramo-me dijo, después de trastumbar los cerros,
Bajamos cada vez más. Habíamos dejado el aire caliente allá arriba y nos íbamos
Hundiendo en el puro calor sin aire. Todo parecía estar como en espera de algo.
-Hace calor aquí-dije.
Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno.
-¿Conoce usted a Pedro Páramo?-le pregunté.
Me atreví a hacerlo porque vi en sus ojosuna gota de confianza.- ¿Quién es?-volví a
Preguntar.
-Un rencor vivo-me contestó él.
Sentí el retrato de mi madre guardado en la bolsa de la camisa, calentándome el
Corazón, me lo había encontrado en el armario de la cocina, desde entonces lo
Guardé. Era el único. Mi madre siempre fue enemiga de retratarse. Decía que los
Retratos eran cosa de brujería. Y así parecía ser.
-Mire usted-medice el arriero, deteniéndose-. ¿Ve aquella loma? Pues detrasito de
Ella está la Media Luna. Ahora voltié para allá. ¿Ve la ceja de aquel cerro?, ¿Ve la
Otra ceja que casi no se ve de lo lejos que está? Bueno, pues eso es la Media Luna
De punta a cabo. Como quien dice, toda la tierra que se puede abarcar con la
Mirada. El caso es que nuestras madres nos malparieron aunque éramos hijos de
PedroPáramo. Y lo más chistoso es que él nos llevó a bautizar. Con usted debe
Haber pasado lo mismo, ¿no?
-No me acuerdo.
-Sí ya lo veo. ¿Qué pasó por aquí?
-Un correcaminos, señor. Así les nombran a esos pájaros.
No, yo preguntaba por el pueblo, que se ve tan solo,
-No es que lo parezca. Así es. Aquí no vive nadie.
-¿Y Pedro Páramo?
-Pedro Páramo murió hace muchos años.
ERA LA HORA en quelos niños juegan en las calles de todos los pueblos, cuando
Aún las paredes negras reflejan la luz amarilla del sol. Al menos eso había visto en
Sayula, y había visto también el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto.
Volaban y caían sobre los tejados, mientras los gritos de los niños revoloteaban y
Parecían teñirse de azul en el cielo del atardecer. En este pueblo sin ruidos.
Oía...