Pedro paramo
Rulfo encarna al escritor hondamente influido por las primeras impresiones de su vida. Éstas se resumen en la violencia que destruyeel orden familiar y afecta la fisonomía política y económica del campo.
La concepción rulfiana de la muerte es una pura manifestación de una carga cultural, y por qué no, hasta racial o genéticatípica del mexicano. Pero lo maravilloso de esta concepción tradicionalista es que la muerte, que es símbolo universal, se vuelve asimilación y naturalidad tan atractivas en la obra de Rulfo, que hatrascendido lenguas, fronteras físicas e ideológicas, culturas y tradiciones.
Rulfo profana las tumbas que albergan la personalidad de sus personajes, construidas de pedazos de testigos del cacicazgo, larevolución y la guerra cristera. Y qué mejor testigo que él mismo.
Por eso el tono imperativo del amo, el cacique (Pedro Paramo), el tono sumiso y obediente del peón o el capataz (Fulgor); y algoque resulta atractivo al análisis, es la voz pasiva y casi nula de la feminidad.
En este punto es bueno resaltar la forma en que Susana San Juan parece un personaje fuera de contexto. ProbablementeRulfo trató de introducir a un personaje erótico, un personaje que fuera el quiebre de Pedro Paramo, pero no consigue que Susana tenga la fuerza de una heroína. Su intención tal vez, sin saberlo, eraanular a la mujer, porque es símbolo de debilidad para la figura masculina.
Matar a Susana. Matarla en vida. No dejarla salir. Dejarla encerrada en su psicosis. Negarle el cielo y la redención,...
Regístrate para leer el documento completo.