Pedro y Juan Capitulo I y II

Capítulo II
Pedro, ya fuera se dirigió a la calle principal de Paris, ya después de saber de la herencia de su hermano, se sentía incómodo, agobiado, descontento, como cuando se ah recibido unamala noticia. Algo le dolía sin saber que, sentía un desasosiego, como una herida oculta que no se localiza pero molesta, un sufrimiento desconocido y ligero. No sabia a donde ir, por un momento sesintió atraído por las luces del café Tortoni, pensó que se encontraría con conocidos y tendría la obligación de saludarlos. Retrocedió a la calle principal, preguntándose a donde quería ir, buscando unlugar que se acomodara con su estado de espíritu, le irritaba estar solo, pero le hubiera gustado encontrarse a alguien; dudo un momento pero después escogió la soledad. No sabia por que podríasentirse así, y después de tanto pensar, porque sentía ese nerviosismo, porque quería encontrar a alguien para estar en contra de el, llego a la conclusión que tal vez su sentir podría ser por la herenciade Juan, se puso a reflexionar profundamente este problema, sentía envidia hacia el.
Salió a caminar, a mejor así contento de poder haber comprendido, se puso observar los barcos que llegaban, enaquel momento se alzo la Luna pareciendo un faro grande detrás de la ciudad que guiaba la flota de las estrellas y entonces Pedro dijo: “Tanta maravilla y nos irritamos por cuatro cuartos”. En eso viouna barca de pesca que regresaba sin ni un rumor de voces, Pedro se dijo a el mismo, que si pudiera estar ahí tal vez recobraría la tranquilidad, luego vio a un hombre sentado en el extremo del espigó,se acerco y vio a su hermano Juan, y estuvieron charlando sobre lo que sentían al estar en el barco, pero Pedro no podía dejar de pesar en la herencia de su hermano, que quedaba libre de todapreocupación, que quedaba libre del trabajo cotidiano, sin obstáculos, libre, feliz, gozoso y se retiro.
Pedro al regresar a la ciudad, descontento por el paseo tan frustrado que había tenido esa noche fue...