Peep Johnson

Peep Johnson

Era una mañana fresca y hermosa. El sol nacía de los cerros y con su calor bañaba toda la villa. Todos salieron para recibir el regalo que el cielo les daba cada mañana. Conejos y topos salieron de la tierra con algunos gusanos con ellos, y también había aves que salían de las copas de los arboles, pero, en el árbol más grande y alto vivía un halcón, un halcón grande y poderoso,siempre con la mirada seria. El observaba como todos los animales salían de sus hogares hasta el estanque donde acostumbraban bañarse. Aunque este halcón pareciera frio y sin sentimientos, este era el padre de un polluelo. Un pequeño casi sin plumas y aun con una delicada piel rosada.
Estos halcones no eran de ese lugar porque tenían un apellido no conocido pero estos han estado ahí por seisaños.
El halcón grande era conocido como el Mayor Johnson por ser alguien fuerte y valiente, pero ¿el polluelo? ¿Cuál era su nombre? Nada más y nada menos que Peep Johnson. Extraño nombre ¿qué significaba? ¿Por qué ese nombre? Aún era un misterio.
Al parecer la madre de Peep fue raptada. Ella preocupada le grito al Mayor.
-¡Cuídalo! ¡Conviértelo en alguien grande!- gritaba mientras trataba deliberarse.
-¡Nómbralo como el primer sonido que haga!-.
El Mayor lo nombró Peep, al parecer así se escucho el sonido, algo raro para provenir de un halcón.
Pasaron los meses y Peep se convirtió en un hermoso halcón. Sus plumas eran de un blanco grisáceo con el pico algo curvo y ojos negros y grandes. Sus alas eran aún algo pequeñas, todavía no volaba, pero él era muy hábil y trepaba y bajabaarboles.
El todos los días iba al estanque donde se bañaba su mejor amigo Carl, un lobo pequeño y peludo con orejas muy grandes y con un tono café en el pelaje. Sus ojos eran grandes y redondos que te daba ternura al verlo.
Peep se acercó silenciosamente y con un empujón tiró a Carl que estaba en la orilla que estanque.
-¡¡Jajajajaja!! ¡¡Debiste ver tu cara!!- dijo Peep a carcajadas.
-¿Eso crees?-dijo Carl
Carl agarró a Peep del ala y lo tiro al agua. Ambos estaban nadando en el estanque chapoteando y salpicando agua.
-¡Jalas como niña!- dijo Peep con tono de burla.
- Ah ¿sí? Pues…- de pronto su voz para por una interrupción.
-¿Y qué tiene de malo jalar como niña?-
Una bola de pelos pelirroja contestó. Era Jouney. Una zorrita linda y muy esponjada con un pelaje radiante que brillaba ala luz del sol, con unas orejitas, patitas y colita acompañadas de un color blanco.
-No tiene nada de malo jalar como niña Jouney- contestó Carl nervioso
-Vine para ver si ya sabían-.
-¿Saber qué?-. dijo Peep.
-Escuche algo sobre las máscaras-.
-¿Qué máscaras?- dijo Carl.
-¿No saben cuales mascaras?
-No- dijeron los dos.
-Al parecer las seis máscaras que se encuentran afuera de la villafueron de seis guerreros, pero era algo extraño porque eran animales algo raros y grandes-.
Peep y Carl aún en el agua, escucharon atentamente a su amiga contarles la leyenda, hasta que Peep salió del estanque revoloteando del agua sacudiendo todo su cuerpo para secarse hasta terminar totalmente esponjado.
-¡Qué tontería!-dijo Carl -¿Qué clase de persona inventó esa historia tanridícula?-comentó.
-¡Todos en la villa creen que es cierto y que el que las encuentre será respetado por todos!-contestó Jouney a Carl.
Peep con una cara pensativa recordó que su padre le dijo que el nunca volaría por ser “frágil” para soportar caída tras caída en el intento. El Mayor Johnson no le dijo a nadie en la villa sobre su hijo, pero Peep siendo un niño por naturaleza quería socializar y hacer amigos.Conoció a Carl, Jouney, Jackie, Spot. Peep les contó sobre su padre.
Sus amigos ya sabían todo sobre ellos así que en ese momento Peep dijo:
-Creo que deberíamos buscar, para tener pruebas ¿no?- dijo Peep
De pronto salió algo de los arbustos, era peludo y algo grande.
-¡Ja! ¡Los encontré! ¿Ya escucharon ese disparate de las máscaras?-.
Surgió esa voz del animalillo, era un dingo, un dingo...