PENA DE MUERTE ENSAYO

Universidad Internacional del Ecuador


Stephania Bedón
28 de abril del 2015
Oratoria


PENA DE MUERTE

Siendo la vida el máximo valor del ser humano, la privación de la misma en ejercicio del “ius puniendi” que se reserva para sí mismo el Estado, no constituye sino el reconocimiento de su rotundo fracaso.

Y es que resulta inadmisible que treinta y ocho siglos después de la aparición del Códigode Hamurabi (Babilonia, siglo XVIII antes de Cristo), la humanidad, que en absolutamente todas las áreas del saber ha demostrado progresos inimaginables, en lo jurídico siga enfrascada en los preceptos de la Ley del Talión y por tanto siga considerando que está bien el ojo por ojo, diente por diente, vida por vida.

En 1969 pudimos llegar a la Luna, en 2014 pudimos hacer posar una sonda en uncometa, hemos desentrañado los misterios del genoma humano y hasta se han analizado las propiedades de la “partícula de Dios”, y sin embargo de ello, ante determinadas conductas de algún integrante de la sociedad humana no hemos encontrado mejor solución que matarlo. De hecho más que eso: asesinarlo con un ritual en ocasiones sumario, en ocasiones complejo, a veces llevado con minuciosidad extrema yen otras ocasiones con extrema irresponsabilidad, pero en todo caso con un proceso que nunca está libre del error humano pues, por el contrario, no hay modo de que esté desligado de los avatares de una administración de justicia que es imposible que sea infalible, tanto así que el mismo hecho de imponer la muerte a un ser humano es una falla en sí misma por mucho que sea la “Ley”, también humana,la que contemple tal pena y peor todavía cuando todo proceso, aún en el supuesto de que los jueces realizaran el máximo esfuerzo porque se encuadre dentro de las normas del “debido proceso”, sin embargo de ello lastimosamente nunca dejará de ser precisamente eso: “PROCESO”, es decir una concatenación de actividades humanas que arrojan un resultado.

Siendo así, ese resultado que se espera delproceso guardará inequidades que definitivamente perjudican a los más débiles. Nos explicamos: por lo general en los procesos judiciales hay un ente que debe poner a la vista de quien imparta justicia los argumentos por los que pide tal o cual sanción, para ponerle un nombre bastante común en el derecho occidental llamémosle “Fiscal”. Dicho fiscal necesariamente requiere un equipo más o menos complejoque le servirá de apoyo en sus investigaciones (detectives, peritos, custodios de las pruebas recopiladas, etc.), llamémosles “agentes investigadores”. Si se busca imponer la pena de muerte no quepa la menor duda de que el hecho que se investiga es un crimen atroz (al menos en los países desarrollados que mantiene la pena de muerte, pues no olvidemos que en Norcorea, China, Irán, Arabia Saudí,etc. etc. la forma más fácil de morir es opinar diferente a lo que opina el sistema). Siendo el crimen atroz toda la opinión pública estará pendiente del desarrollo de las investigaciones y por lo tanto “Fiscal” y “Agentes Investigadores” están sujetos a presión y a la ineludible necesidad de entregar un resultado, por ende a entregar a un “culpable” a la administración de justicia. Usarán para ellotodo el poder que el estado ponga a su alcance y si hay oportunidad de ello inclusive usarán lo que el proceso en teoría prohíbe: torturas, intimidaciones, presiones, etc.

Por su parte el imputado en ejercicio de su “derecho a la defensa” garantizado mal o bien en todas las legislaciones, también en teoría tiene las más amplias posibilidades de ejercer su defensa, pero en la práctica esasposibilidades indefectiblemente chocarán con su disponibilidad de recursos. Dicho de otro modo: un imputado con recursos (pensemos en un capo de la mafia) seguramente tendrá posibilidades infinitamente mayores que un indigente en su afán de evitar que se le aplique la pena capital (del latín “capitis” – “cabeza”). Y cuando haya rodado la cabeza del indigente que no tuvo los recursos necesarios para...