Penalizar la dosis minima
Páginas: 7 (1642 palabras)
Publicado: 17 de junio de 2010
“PENALIZAR LA DOSIS MÍNIMA”
El autor expone en este ensayo sus conceptos sobre la penalización de la llamada dosis personal, desde los puntos de vista jurídico y filosófico, a propósito del debate actual.
Una vez más se ha vuelto a debatir del tema de la droga en Colombia. ¿Debe personalizarse la dosis mínima de droga?, ¿Se debe mantener su despenalización como lo decidió la CorteConstitucional en 1994?. Estos y otros interrogantes han surgido a raíz de la propuesta del Presidente Álvaro Uribe Vélez de penalizar nuevamente la dosis mínima de droga dado el incremento del consumo en los últimos años. Hay que recordar que una sentencia de la Corte Constitucional del 5 de mayo de 1994 la había despenalizado, al declarar inexequible, es decir, no ajustado a la Carta Política, el literalj de la ley 30 de 1986 que precisamente penalizaba la dosis mínima de droga, impropiamente llamada “dosis personal”.
El tema es muy complejo, y tiene muchos ángulos desde los cuales puede ser mirado, tantos como los aspectos jurídicos y políticos que se tengan en cuenta. Pero, en este breve ensayo nos limitaremos únicamente a analizar los aspectos filosóficos del asunto, el trasfondo que sepuede vislumbrar desde el punto de vista de la filosofía del Derecho, disciplina que busca ofrecer respuestas a los más acuciantes problemas jurídicos y políticos.
El derecho al libre desarrollo de la personalidad
La Constitución política, en su artículo 16, consagra el derecho fundamental al libre
desarrollo de la personalidad. Lo hace en estos términos: “Todas las personas tienen derechoal libre desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”. Sin entrar a cuestionar las inconsistencias del artículo, simplemente nos remitimos al problema hermenéutico.
Con base en este artículo de la Carta, se ha entendido que es legítimo, y por lo tanto necesario de la tutela del Estado, todo comportamiento del ser humanoque sea expresión de su personalidad, mientras no atente contra las limitaciones que las que impone el orden jurídico, esto es la ley y los derechos de los demás. Pero esta concepción parte de la falaz idea de que todo acto en cuanto sea querido por la persona, es libre, y por lo tanto, es válido, y en todo caso tutelable. En el controvertido fallo de 1994, la Corte Constitucional colombiana, en lasentencia despenalizó el consumo mínimo de drogas en el país, anotaba: “Si yo soy dueño de mi vida, a fortiori, soy libre de cuidar o no de mi salud cuyo deterioro lleva a la muerte que, lícitamente, yo puedo infligirme”. Se tolerarían así, y así consta en el fallo acerca de la dosis mínima, incluso los actos que vayan en contra del ser humano, como es el drogarse, e incluso, con este mismoargumento se ha justificado la propia muerte. Y paradójicamente, en esta decisión evidentemente ilógica e irracional, nadie, ni siquiera el Estado podría inferir, so pena atentar contra ese sagrado derecho fundamental.
En la misma línea argumentativa, aseveraba el tribunal que “cuando el Estado resuelve reconocer la autonomía de la persona, lo que ha decidido, ni más ni menos, es constatar el ámbitoque le corresponde como sujeto ético: dejarla que decida sobre lo más radicalmente humano, sobre lo bueno y lo malo, sobre el sentido de su existencia. S i la persona resuelve, por ejemplo, dedicar su vida a la satisfacción hedonista, no ingerir sobre esa decisión, mientras esa forma de vida, en concreto, no en abstracto, no se traduzca en daño para el otro. Podemos no compartir ese ideal devida, puede no compartirlo el gobernante, pero eso no lo hace legítimo”.
La argumentación a favor de la despenalización de la dosis mínima de droga, tiene varios argumentos falaces que es preciso aclarar.
No es cierto que el Estado, cuando prohíbe algo y aún más cuando lo tipifica en la ley penal como delito está con ello estableciendo como legal o ilegal su propia visión de las cosas y que...
El autor expone en este ensayo sus conceptos sobre la penalización de la llamada dosis personal, desde los puntos de vista jurídico y filosófico, a propósito del debate actual.
Una vez más se ha vuelto a debatir del tema de la droga en Colombia. ¿Debe personalizarse la dosis mínima de droga?, ¿Se debe mantener su despenalización como lo decidió la CorteConstitucional en 1994?. Estos y otros interrogantes han surgido a raíz de la propuesta del Presidente Álvaro Uribe Vélez de penalizar nuevamente la dosis mínima de droga dado el incremento del consumo en los últimos años. Hay que recordar que una sentencia de la Corte Constitucional del 5 de mayo de 1994 la había despenalizado, al declarar inexequible, es decir, no ajustado a la Carta Política, el literalj de la ley 30 de 1986 que precisamente penalizaba la dosis mínima de droga, impropiamente llamada “dosis personal”.
El tema es muy complejo, y tiene muchos ángulos desde los cuales puede ser mirado, tantos como los aspectos jurídicos y políticos que se tengan en cuenta. Pero, en este breve ensayo nos limitaremos únicamente a analizar los aspectos filosóficos del asunto, el trasfondo que sepuede vislumbrar desde el punto de vista de la filosofía del Derecho, disciplina que busca ofrecer respuestas a los más acuciantes problemas jurídicos y políticos.
El derecho al libre desarrollo de la personalidad
La Constitución política, en su artículo 16, consagra el derecho fundamental al libre
desarrollo de la personalidad. Lo hace en estos términos: “Todas las personas tienen derechoal libre desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”. Sin entrar a cuestionar las inconsistencias del artículo, simplemente nos remitimos al problema hermenéutico.
Con base en este artículo de la Carta, se ha entendido que es legítimo, y por lo tanto necesario de la tutela del Estado, todo comportamiento del ser humanoque sea expresión de su personalidad, mientras no atente contra las limitaciones que las que impone el orden jurídico, esto es la ley y los derechos de los demás. Pero esta concepción parte de la falaz idea de que todo acto en cuanto sea querido por la persona, es libre, y por lo tanto, es válido, y en todo caso tutelable. En el controvertido fallo de 1994, la Corte Constitucional colombiana, en lasentencia despenalizó el consumo mínimo de drogas en el país, anotaba: “Si yo soy dueño de mi vida, a fortiori, soy libre de cuidar o no de mi salud cuyo deterioro lleva a la muerte que, lícitamente, yo puedo infligirme”. Se tolerarían así, y así consta en el fallo acerca de la dosis mínima, incluso los actos que vayan en contra del ser humano, como es el drogarse, e incluso, con este mismoargumento se ha justificado la propia muerte. Y paradójicamente, en esta decisión evidentemente ilógica e irracional, nadie, ni siquiera el Estado podría inferir, so pena atentar contra ese sagrado derecho fundamental.
En la misma línea argumentativa, aseveraba el tribunal que “cuando el Estado resuelve reconocer la autonomía de la persona, lo que ha decidido, ni más ni menos, es constatar el ámbitoque le corresponde como sujeto ético: dejarla que decida sobre lo más radicalmente humano, sobre lo bueno y lo malo, sobre el sentido de su existencia. S i la persona resuelve, por ejemplo, dedicar su vida a la satisfacción hedonista, no ingerir sobre esa decisión, mientras esa forma de vida, en concreto, no en abstracto, no se traduzca en daño para el otro. Podemos no compartir ese ideal devida, puede no compartirlo el gobernante, pero eso no lo hace legítimo”.
La argumentación a favor de la despenalización de la dosis mínima de droga, tiene varios argumentos falaces que es preciso aclarar.
No es cierto que el Estado, cuando prohíbe algo y aún más cuando lo tipifica en la ley penal como delito está con ello estableciendo como legal o ilegal su propia visión de las cosas y que...
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