pene

CAPÍTULO 2.
2.-No puede ser cierto.
¡Oh dios mío!, se ha dado cuenta ¿no?, ojalá que no… Otra vez empieza mi corazón a jugarme una mala pasada. esas palabras no paraban de rondarme por la cabeza.El tiempo se me pasaba lento, muuuuy lento.
Esa habitación era como una cárcel para mí, y como si Ryu fuera mi compañero de celda, del que estoy completamente enamorado. Bueno no, ¿o sí?,¿enamorado? Ahora era aún peor, ¿enamorarse de un hombre? Y encima de un hombre que lo acabas de ver hace ¿una hora? ¡Por dios Hikari, estás obsesionado!
Por fin sonó el timbre dando lugar al descanso. >Pero va a ser que no, metí las cosas en mi maleta y me sentía un poco mareado, pero bueno, eso me suele pasar a menudo. Y cuando me di cuenta vi a Ryu correr hacia a mí gritando:
-¡HIKARI CUIDADO!-. Enese momento vi su cara, sus ojos alarmantes, su boca entreabierta diciendo mi nombre, solo escuchaba su voz, grave pero dulce, y ahí me di cuenta…
dijo una pequeña voz en mi interior.
Entonces medesperté, solo, en una cama con sábanas blancas relucientes, en una habitación pequeña con olor a alcohol y desinfectante barato, puertas correderas con una pequeña ventana en la parte de arriba,había una cortina al lado mía, debajo de ella se veían unos pies grandes > Pero no estaba del todo confiado así que me decidí por deslizar esas cortinas de plástico blanco un poco deteriorado y…
>
Alparecer se había quedado dormido mientras me cuidaba, era tan… tan perfecto… La cara estaba apoyada hacia los pies de la cama, su pelo revuelto extendido alrededor de él, con algunos mechones en sucara y cuello, su boca entreabierta, pero algo me llamó la atención de su rostro, sus ojos, sus pestañas, mojadas por lágrimas que recorrían su mejilla hasta llegar a sus carnosos labios, cuales estabanentreabiertos. No podía soportar estar ahí en frente de Ryu deseando besarle y preguntarle qué le ha pasado para que estuviera llorando. Pero ¿quién soy yo para hacer eso?, nadie.
Mi cuerpo se...