Pensamiento y voz de las mujeres indígenas



CARMEN MORENO
En el encadenamiento y en la subordinación de las conciencias, no se puede justificar las ausencias perdidas; porque el sometimiento nunca ha sido ni será pilar de libertades. La libertad de expresión es el único baluarte de la democracia por el cual los pueblos pueden manifestar su voz abiertamente; por lo tanto la represión de su ejercicio no sólo es un acto deintransigencia, es una grave violación a los derechos humanos que atañe a su vez a una serie de derechos intrínsecos al ser que por el sólo hecho de existir le pertenecen de forma inalienable; mencionare algunos de estos derechos enunciativamente más no limitativamente avocándome a los que impactan directamente a las mujeres como lo es el derecho a una vida libre de violencia, entiéndase por violenciano sólo al acto de lastimar físicamente o mancillar a una mujer emocionalmente, sino como la acción de limitar a la mujer a su derecho de participación y de expresión, modificando incluso su identidad, soslayando su ideología y condicionándola a interpretar estereotipos que marginan su participación social.
La memoria cultural de los pueblos del mundo reporta graves incidencias cometidaspor el abuso de poder y despojo a las culturas originarias donde las estadísticas denuncian un mayor porcentaje de mujeres afectadas en el proceso de colonización, especialmente aquellas que proceden de pueblos sometidos al rigor de las distancias y que por su propia condición geográfica no les es fácil acceder a una educación continua que transforme sus entornos en espacios afables a sus deseos,ante este fenómeno la invisibilización femenina se recrudece volviendo a las mujeres rehenes de las ausencias que hoy revisten su presencia.

En esta publicación que hoy presentamos se conformo por un compendio de vivencias, legadas por 31 mujeres indígenas, que en su lengua materna narraron su experiencia de ser mujer indígena, mujer que sueña, que desea, que aspira, que calla, llora yanhela, mujer que en los desencuentros encuentra la esencia de su presencia y en su presencia el encuentro consigo misma.

Este libro no solo es una publicación de compilaciones narrativas además de la riqueza de su contenido literario, encontramos en él una serie de componentes que lo sitúan como una publicación de consulta interdisciplinaria en la cual se identifican elementos de análisis,para la antropología social y cultural, la sociología, la psicología, la ontología, la lingüística, la historia, etnología y la literatura, todas disciplinas que se ocupan de observar el comportamiento cultural e intelectual; este carácter global de la publicación nos permite acercarnos a nuestras interlocutoras distinguiendo los principales rasgos que identifican su obra desde la perspectivade las diferentes ciencias sociales.
En él contramos importantes elementos de género en las relaciones significantes de poder establecidas entre sus hombres y ellas: Mitos y símbolos, que crean un constante estereotipo o un deber ser prototípico, fundamentado en consensos normativos y en una identidad subjetiva derivada de su propio rol genérico. Su narrativa es descriptiva de su contexto ysimbólica en el patrón de sus significados. La escritura es la manera natural en que las mujeres podemos expresar nuestros sentimientos y referirnos a ellos sin cortapisas de pudor, manifestando nuestro coraje, indignación, desprecio, ira, pasiones, decepciones y alegrías vividas en nuestro diario transitar. Amar y odiar, una misión de nuestra condición de ser mujer, que nos lleva al constanteejercicio de reflexionar sobre nuestra manera de estar, de ser y comprender. Es recurrente hallar en su narrativa una gran evidencia de alusiones de lo que les preocupa o entusiasma, denotando en estas alusiones la percepción que tienen de sí mismas, de lo que viven y de lo que ven. Las narradoras responden a sus propias necesidades comunicativas, escribiendo en primera instancia para sí...