Al igual que la mayoría de las cosmovisiones religiosas en las que primero fue el verbo y luego la materia, Walter Riso demuestra que el pensamiento antecede a todo cuanto lesucede al individuo. La calidad de lo que la persona piensa es trascendente en el plano del desarrollo de su vida. De esta forma, los bienes y los infortunios tienen su origen enlo más profundo del inconsciente del individuo, en lo que parece ser otra interpretación larga y ancha que W. Riso le da a las enseñanzas psicoanalíticas de Freud y Erich Fromm. Pero el libro no sólo bebe del pensamiento cartesiano de occidente, si no que se apropia de la tradición espiritual de oriente con citas y mensajes muy precisos que contienentoda la carga enfática y cortante de la cultura milenaria de India y China, y que W. Riso trnsforma en ejemplos de diálogos con el terapeuta y estrategias y mecanismos didácticospara sobrellevar de buena manera lo que en algún momento sentimos con angustia que es la carga de la vida.
Uno concluye con el libro que uno es un reordenador de su propiaexperiencia y de su propio futuro. Uno quisiera, al terminar de leer el libro, subir a la cima de una montaña y recibir en la cara los buenos vientos y desafiar los rigores de losrayos solares. Correcta o incorrecta la actitud (a estas alturas ya no importa) en lo que no podemos persistir es en el estancamiento porque la quietud se parece mucho a la muerte. PENSAR BIEN, SENTIRSE BIEN es un libro que siempre debería estar en la mesa de noche para tomarlo incluso en estados de serenidad y alegría porque es fácil pensar que más alláde su sentido biológico la mente es capaz de cualquier proeza, de crear o destruir, de conservar o transformar, de manera que en algún sentido los hombres son casi como dioses.
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