Pensar Y Vivir Moralmente: Bartomeu BennàSsar

PENSAR Y VIVIR MORALMENTE DE BARTOLOMEU BENNASSAR
Introducción
Para cumplir debidamente la misión de repensar la moral cristiana como un servicio a la comunidad eclesial y civil, se debe proceder con ciencia y con conciencia. No podemos prescindir de las exigencias científicas si queremos aportaciones válidas y moralmente responsables. La fe apuesta a favor de la libertad, de la justicia y dela vida del mundo, pero necesita una mediación de la función teológica entre las praxis y los desafíos contemporáneos.
Evidentemente la Ilustración y la Modernidad tienen mucho que enseñar a la teología moral ya que ha dado lumbre a procesos como la secularización, emancipación de clases, de razas, de la mujer, desmitologización etc. Modernidad quiere decir condena de todo idealismo vano, no irpor el mundo como si la historia no produjera víctimas, como si no hubieran crueldades y guerras y como si unos, la mayoría, no fuesen sufrientes sostenedores de la historia. Esto notablemente repercute en los planteamientos y prácticas morales.
El enfoque que ahora pensamos ha de tener la moral que conjura el peligro del doble reduccionismo que padece la teología y que por tanto la pone encrisis. La reducción privatizante sin conexión con la causa mesiánica del cristianismo; y la reducción racionalista, es decir, la insensibilidad humano-social creciente y la renuncia a mitos y símbolos por una sobre carga cognoscitiva de mundo abstracto de algunas ciencias.
La ilustración precisó que la moral se replantease la cuestión de los sujetos y lugares e intereses de que hacer teológico ya volver al fundamento práctico de su sabiduría y su construcción teórica. Si bien, a la moral no le interesa tanto la problemática racional en relación con la fe y las obras, sino las personas y las masas que aduras penas subsisten y reclaman eficacia para su libertad, justicia y esperanza o mejor para su injusticia padecida, su libertad negada y su esperanza arrebatada.
Así pues, lesofrecemos, en manos de Bartomeu Bennassár, la función y tarea del discurso teológico-moral en tres niveles importantes: ver la realidad; redimensionarla dentro del horizonte significativo de Jesús de Nazaret; celebrar anticipadamente la verdad plena de la realidad, con el empeño práxico de irla construyendo en la precariedad de la historia humana.
Este es un tema profundo y necesario sobre todo paraun planteamiento más crítico y para una vivencia más coherente de la fe cristiana. Con optimismo y con sensibilidad nueva, Bennássar nos ofrece una reflexión que da qué pensar sobre la función teológica propia de cada uno de los creyentes.




ACTITUD SAMARITANA DEL PUEBLO DE DIOS
La teología renovada, constituye el momento del sujeto, presenta una visión distinta: aunque no de modototalmente explicito, favorece una metodología más inductiva. La realidad debe ser conocida, escuchada y responsablemente acogida, es decir, respondida; la realidad exige encarnación, realización. De la realidad se puede hablar estando con ella, siendo parte de la misma.
Una teología desligada de la vida práctica y real contradice de hecho, el sentido “realista” de la encarnación de nuestro Dios,pues un Jesús “sin milagros”, sin obras históricas de misericordia y justicia, no sería un mensajero salvador ni un mensajero de una nueva humanidad. Un cristiano despreocupado del hombre real, desencarnado, desrealizado, es inmoral.
El camino de la misericordia; camino mental, cordial y práxico. Cuando no se recorre este camino para los demás, uno mismo se coloca fuera de la salvación. Vivir parael otro, por su “hominidad”, precisamente y sobre todo porque no lo merece, y hasta morir por ello. La teología moral proporciona, presenta e integra el conflicto para entenderlo y producir conocimientos generadores de praxis, de criterios y condiciones que posibiliten el cambio personal, cultural y social aprendiendo a percibir, a sentir y a pensar.
Hemos perdido lo que se llama el paradigma,...