Pensar
del Pensamiento Latinoamericano
Magister en Filosofía
Problemas de la Filosofía Iberoamericana
Mauricio Suil
La historia de Latinoamérica aparece reflejada en las diferentes concepciones de unidad y es a la vez la del nacimiento de la conciencia para sí que la empieza a constituir como determinado grupo social. Se trata de un descubrimiento de si identidadpaulatino que se manifiesta pasada una primera larga etapa en la que el hombre de las tierras americanas no se había abierto aún a la historia como sujeto posible de la misma. Esta es la base que el pensar filosófico que no se genera solo sino que acontece como un “nosotros”, que es principio de identificación para señalar el surgimiento del sujeto plural. Este ‘ponernos a nosotrosmismos como valiosos’ suscita un pensamiento propio, cumpliéndose desde un determinado horizonte de comprensión, el cual debe tomar en cuenta que nuestra realidad es una y a la vez diversa; la misma diversidad cultural de nuestro continente plantea el problema del “nosotros” como unidad: cada uno de nosotros se declara latinoamericano desde su parcialidad. La unidad es compleja como definición desdela diversidad, identidad y objetividad histórica.
La unidad depende de la posibilidad que le brinda un elemento que le permite reconocerse como tal y no como un caos o disociación, permitiendo pasar de una "heterogeneidad" a una "homogeneidad". Esto plantea la existencia de "discursos contrarios", que surgen en sus modos de funcionamiento, desarrollando ciertas categoríasdiscursivas básicas en relación con su a priori antropológico. Las formas ideológicas tienen sus formas de encubrimiento de la realidad.
Lo “nuestro” como herencia cultural o tradición que nos pertenece, etc, refleja el sentido de unidad histórica del “nosotros”. Tal legado histórico debe surgir sobre la base de un permanente cuestionamiento del modo como se invoca el "nosotros” para quetenga validez renovadora y sea incorporado en el largo y doloroso proceso de humanización. Por tanto, esta unidad reflejada en cierta unidad de pensamiento es entendida como un faciendum que implica más que un comienzo, unos “recomienzos”.
Ahora bien, el “comienzo” de la filosofía es un problema cuyo punto de partida encontramos en una conciencia histórica que incluye como partefundamental la alteridad como factor de irrupción que destruye y recompone las totalidades objetivas. La existencia inauténtica de la alteridad se pone de lado en la conciencia del filósofo como su desprofesionalización y lo enfoca hacia la revelación de su lugar al lado de los hombres y mujeres oprimidos. En tal existencia inauténtica se encuentra la raíz de toda autenticidad.
Carlos VazFerreira constituye para nosotros uno de los ejemplos que podemos señalar de ese recomienzo del filosofar en América Latina. Él tiene clara conciencia de los elementos ideológicos de los discursos sobre América Latina. Puso en descubierto la radical ambigüedad de la filosofía, al afirmar que no hay
conceptos puros sino representaciones, “lo cual hace de lafilosofía, en sus manos, un pensar muy eficaz para el análisis de nuestros procesos intelectuales”. También, como consecuencia de esta tesis, surge otro aspecto, el de la denuncia de la alienación de la dialéctica de los sistemas, desatendiendo la dialéctica de los hechos: “los sistemas son importados y los hechos, nuestros”.
A su vez, se señala el desconocimiento de la historicidad deAmérica, pues no hayuna dialéctica propia de nuestro discurso que nos diferencie de un hipotético e idealizado “hombre europeo”. La afirmación de un “nosotros” es una tarea, un hacer, “que venimos cumpliendo juntos y que podríamos terminar también juntos”. La justificación de América Latina sólo se da en cuanto inicie desde sí misma un proceso de humanización consciente de las...
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