PEQUE AS CERTEZAS

PEQUEÑAS CERTEZAS
Bárbara Colio

Juan y Sofía
En Lima, Barranco. Casa de los hermanos.
JUAN: (Al teléfono.) Sí. Sólo eso. En cuanto sepamos algo… sí. Por los periódicos será. Seguramente. Entonces, ¿usted es?... Sí, comprendo. Le agradezco… Ojalá, ojalá. Gracias por llamar. No. No fue ninguna molestia. (Cuelga. De un sobre grande extrae un disco).
Entra Sofía cargando algunas bolsas. El teléfonosuena. Juan titubea para contestar. Sofía se detiene y cruza una mirada con él, al tercer timbrazo el teléfono cesa.
SOFÍA: Traje yogurt de manzana y miel.
JUAN: Preguntaban por Mario.
SOFÍA: Fíjate que me dieron ganas de venirme por el boulevard y que me da el olor de pan recién salido del horno. No me pude resistir, mira, son bollitos de plátano de los que te gustan. Huele, están calientitostodavía. Muero por uno.
JUAN: ¿Oíste lo que te dije, Sofía?
SOFÍA: Perfecto. ¿Cuántas personas llaman cada día para saber algo? ¿Eh? ¿Cinco, diez, cien? El carro se quedó sin gasolina, por cierto. ¿De dónde sale tanta gente preocupada por Mario? Una bola de idiotas, eso es lo que son. Al carro le andan sonando las balatas.
JUAN: Te he estado esperando toda la tarde. ¿Te fuiste a Miraflores?
SOFÍA:Un milagro: sólo hice una hora de cola. Necesitaba ropa. (Saca un vestido de una bolsa de marca.) Bonito, ¿verdad? Estaba entre éste y uno verde, pero creo que éste le queda mejor a los zapatos que no he podido estrenar. Mira, es talla small y me queda bien. Hacía años que no entraba en un small. Qué bien, ¿no? Tenía ganas de un vestido colorido. Lleno de vida. La Meche va a pasar por mí a lasnueve, así que, con permiso, pero me quiero ir arreglando desde temprano. Tú ponte a ver tu película. ¿Es de terror?
JUAN: ¿A dónde vas?
SOFÍA: No sé. Al parque Kennedy, a lo mejor. A ir de bar en bar aprovechando el Ladies Night. Con suerte y alguien nos dispara todo.
JUAN: Qué rápido olvidas las cosas.
SOFÍA: Mete el yogurt al refri si no vas a comer ahorita. Si habla la meche le dices que/
JUAN:Tendré que irte a sacar de los baños de alguna discoteca entonces.
SOFÍA: Ya me han de extrañar. Deben creer que me metí de monja. No me he parado en tres meses completitos.
JUAN: ¿Cómo puedes tener ánimos?
SOFÍA: Es demasiado.
JUAN: Se verá muy bien que la nena/
SOFÍA: No, “mamá”, la “nena” no hará travesuras.
JUAN: Apagaste tu celular. Te he marcado más de diez veces, no podemos perder elcontacto.
SOFÍA: ¡Él se fue! O.K? Nos dejó. Ya basta. ¿Por qué debo seguir muriéndome de angustia si a Mario le importamos una mierda? Quería salir de aquí y lo hizo. Se moría de ganas de conocer Europa, ¿no? En cualquier momento nos llega una postal.
JUAN: No sabes lo que dices.
SOFÍA: ¿Y tú sí? Me tienes harta. ¡Harta! Mírame, Juan. Mírame bien. Míranos cómo estamos. ¿Crees que no se te nota comobrincas cada maldita vez que suena el teléfono? Mira, yo ya no tengo uñas, ni dedos, ni manos, ni brazos, me los comí. Tiemblo, ¿lo has notado al menos? Tengo un estúpido temblor que no me deja. Pero ya. ¡Basta! No hay un solo rastro de él, no es normal. Tal vez esté muerto, tal vez este feliz paseando en una góndola en Venecia, tal vez esté escondido por ahí riéndose de nosotros como lo hacía de niño.No sé, lo único que sé es que ya yo no puedo hacer nada más. Necesito aire, salir, emborracharme y estrellarme contra un poste.
JUAN: Es mi responsabilidad.
SOFÍA: Si así lo quieres creer, allá tú. Somos una familia de magos. ¡Puf! Todos van a desapareciendo cuando menos lo piensas, quizás siga yo o tú, no lo sé. Me voy a bañar.
JUAN: La policía/
SOFÍA: A la policía no le importa un carajo undesaparecido más. No han hecho nada, ni lo van a hacer. A la gente la balean saliendo de su casa, la cortan en pedacitos y la esparcen en la carretera. Te navajean por 15 malditos soles. (Pausa) En la panadería había una fotografía de Mario en medio de otras cuatro de personas desaparecidas. ¿Qué mierda va a hacer la policía? ¿Eh? Esos hijos de puta son los que nos tienen así.
JUAN: ¿Terminaste?...