Peque Os Errores


PEQUEÑOS ERRORES
Nunca he creído en las casualidades, toda causa tiene su razón, el destino está escrito y cada acción tiene sus consecuencias en un futuro inmediato.
Mi nombre es Àlex Serrano. De pequeña viví en un pequeño pueblo de Aragón; Aguaviva. Cuando tuve 15 años, mis padres decidieron que iríamos a vivir en Barcelona. Encontraron una casa preciosa que estaba deshabitada desde hacía másde 20 años. Les pareció extraño que siendo tan económica y grande nadie la hubiera comprado antes, pero no le dieron importancia y la compraron.
Mi familia y yo nos mudamos a aquella casa de Barcelona. Mi hermano grande, Javier no estaba de acuerdo al mudarnos porque no quería perder sus amigos, mientras a mí, este aspecto no me importaba, pero había algo en la casa que me intrigaba y me decíaque no entrara.
La primera semana estuvimos haciendo la mudanza adaptándonos a nuestra nueva vida. Al empezar la escuela los chicos y chicas de mi edad me parecían superficiales y eran de familias ricas de Barcelona.
Una chica más alta que yo, con el cabello liso castaño, unos ojos marrones y de piel morena se me acercó y empezó a hacerme muchas preguntas como si de una entrevista se tratara.Parecía más bien una chica reservada, pero con el tiempo se convirtió en mi mejor amiga. Se llama Lydia García, vive unas calles más abajo que yo con su madre y sus dos hermanos grandes.
Todas las tardes mi amiga Lydia y yo íbamos a merendar a mi casa y después nos pasábamos horas bailando o hablando en algún banco de la calle. Todo era genial hasta que decidimos investigar la nueva casa donde vivía.Recorrimos toda la casa: el comedor, los dormitorios, la cocina... excepto un lugar, mi habitación.
En mi habitación había un trozo de pared diferente a las otras pero no le dimos importancia hasta que un día bailando caí sobre aquel trozo y la pared se rompió. Detrás la falsa pared había un pasillo estrecho y oscuro. Nos daba miedo entrar a ver que había pero al final nos atrevimos a entrar con doslinternas y mucho valor. Parecía que el pasillo no tenía final hasta que encontramos unas escaleras que conducían a un piso por debajo de la casa y a pesar de que estaba muy sucio seguimos el camino hacia las profundidades.
Aquellas escaleras nos condujeron a una habitación pequeña y oscura donde había una cama en muy mal estado y un escritorio con unas extrañas señales y símbolos imposibles deleer. Después de un buen rato intentando entender el que ponía lo dejamos de intentar, pero cuando nos íbamos encontré un papel donde ponía .
No había nada más escrito y después de reflexionar dedujimos que se trataba de una brújula. Subimos por las escaleras y cómo que ya era tarde Lydia tuvo que irse a casa y decidimos quepor la tarde del siguiente día iríamos a investigar nuestro lugar secreto.
Y así fue, por la tarde allí estábamos, con la brújula, y mirando donde señalaba el norte. En un rincón de la habitación encontramos una caja pequeña escondida que tenía dentro una fotografía de una niña de unos cinco años y un hombre que parecía ser su padre de unos treinta años, también había una carta con letra muypequeña y un poco temblorosa que ponía el siguiente:
<< No espero que nadie encuentre esta carta, pero en el supuesto de que lo estés leyendo me gustaría que me hicieras un pequeño favor y yo, en cambio, te explicaré mi historia.
Mi nombre es Cristina Artigues, y nací en Barcelona. Mi madre murió dándome a luz y mi padre se quedó solo conmigo sin nadie que le apoyara, hasta el punto de cometer algunoserrores, errores que nos marcaron por toda la vida. Empezó a introducirse en el mundo del negocios, y esto nunca son buenas noticias; las estafas, los engaños, los socios, el dinero... hicieron que mi padre cambiara y empezara a tener algunos enemigos.
Se convirtió en un gran empresario y no tenía tiempo para mí. Un día fui a su empresa a entregarle unos documentos y sentí como dos hombres con...

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