Peque O Ensayo Sobre La Libertad Del Hombre
"Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa"
Paulo Freire, educador, filósofo y teórico de la pedagogía de la liberación
Mucha chicha se podría sacar de esta frase. A mi me parece un perfecto resumen de lo que ha sido mi trayectoriavital. Grosso modo. De mis etapas vitales. O psicológicas, que para el caso, viene a ser lo mismo.
Pensaba el otro día en que mi trayectoria viene a ser una versión en negativo de la de Sri. Aurobindo, salvando diferencias y otros abismos, en lo que a etapas se refiere. Si bien él evolucionó de posturas radicales que le implicaron en política y que dieron con sus huesos en la cárcel, lugar (como es elcaso de muchos otros conversos de, p.ej, la religión católica) donde tuvo sus primeras experiencias espirituales, en mi caso me parece más bien al contrario, que la espiritualidad, o en sentido de ser espiritual, ha ido dejando espacio a estudios, visiones, análisis de mi mismo y del mundo cada vez mas concretos, mas materiales, más, si se quiere, metidos (incluso perdidos) en los avatares delmundo.
Puedo diferenciar claramente una etapa esencialmente poética y biográfica que se ha mantenido siempre como autorefencia o escenario de fondo de las otras, otra tan abstracta como mística, otra igualmente abstracta pero filosófica, otra ya mas claramente psicológica, y últimamente parece que esta me está arrojando al terreno de....¿la política?... ¿político César Bacale? ¿Un steppenwolfcomo yo? Pues sí, no de los que desde luego tiran cócteles molotovs a los antidisturbios detras de un pasamontañas, pero sí de los que pueden perfectamente pasarse una larga temporada en la cárcel por sus ideas. Un preso de consciencia. Un ideólogo.
¿Pero ideólogo de que? ¿De un nuevo humanismo cristiano? ¿O del humanismo cristiano de siempre? Por ahi van los tiros, porque no creo que el humanismocristiano pase de moda. Que haya uno nuevo y otro viejo, sino que los modos de actuación se van renovando según las necesidades del hombre. Ya desde sus inicios, y mucho antes incluso de que los cristianos existieran, los profetas ya clamaban con los ojos encendidos en llamas defendiendo los derechos del hombre (miles de años antes que la declaración de los derechos humamos) en el nombre deDios. Pero ¿se puede hablar en el nombre de Dios en plena era postmoderna? ¿No habíamos quedado en que Dios está muerto? ¿Es necesario Dios para reivindicar los derechos fundamentales de un ser humano? Pues supongo que habrá gente a la que le resulte necesario y gente a la que no. Mi experiencia, bueno, mi visión es que los grandes hombres que cambiaron el destino de la humanidad e iniciaron grandesrevoluciones sociales, parecían descansar en una creencia e ideal que trascendía incluso los objetivos por los que luchaban. Algo asi como una cierta rendicion o indiferencia ante el resultado antes del combate. La actitud del zen ante la guerra.
Asi pues, hay un humanismo que lucha por el hombre pero que apunta hacia algo más allá del hombre. Un humanismo que es capaz de contemplar al hombre ensus tres tiempos, que sabe leer en el pasado, en la historia del hombre, que sabe ver el lugar que ocupa el hombre hoy, sin huir de su compleja realidad, y que apunta hacia algo ¿trascendente?, que no se sabe muy bien que es, pero que se sigue alimentando por los mismos ideales de siempre: justicia (igualdad), verdad, amor para todos. En este punto el futuro trascendente parece unirse conideales que nunca han pasado de moda, sólo que la forma de realizarlos se muestra cada vez mas abierta, cada vez mas interdependiente, e indeterminada.
Todo el mundo comprende con un mínimo de consciencia que no es posible el bien de uno sin el bien de todos, y viceversa, pero algo tan sencillo de comprender sigue sin regir a una escala universal el comportamiento humano. El miedo campa a sus anchas...
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