Pequin
Caminaba más despacio que una tortuga, tropezaba en casi todas las piedras que encontraba por delante, y cuando intentaba cambiar de hojas......¡qué desastre!....siempre secaía.
Por esa razón, la colonia de los gusanos le llamaba el gusanito torpecillo. A pesar de las burlas de sus compañeros, Pequin mantenía siempre su buen humor. Y se divertía mucho con su torpeza.Pero un día, llegado el otoño, mientras Pequin se daba un paseo por los alrededores, una gran nube cubrió rápidamente todo el cielo, y una gran tormenta se cayó.
ano, que no tubo tiempo de llegar asu casa, intentó abrigarse en una hoja, pero de ella se resbaló y acabó cayéndose al suelo, haciéndose mucho daño. Se había roto una de sus patitas, y se había quedado cojo. Pobre gusanito...torpecillo y cojo. Agarrado a una hoja, Pequin empezó a llorar. Es que ya no podía jugar, ni irse de paseo, ni caminar... Pero, una noche, cuando Pequin estaba casi dormido, una pequeña luz empezó a volar asu alrededor.
Primero, pensó que sería una luciérnaga, pero la luz empezó a crecer y a crecer... y de repente, se transformó en un hada vestida de color verde. Pequin, asustado, le preguntó:
-Quién eres tú? Y le dijo la mujer:
- Soy un hada y me llamo naturaleza.
- ¿Y porque estas aquí?, preguntó Pequin
- He venido para decirte que cuándo llegue la primavera, ocurrirá un milagro que tehará sentir la criatura mas feliz y libre del mundo. Explicó el hada.
- Y ¿qué es un milagro?, continuó Pequin
- Un milagro es algo ¡extraordinario, estupendo, magnífico!...... Explicó el hada y,enseguida desapareció.
El tiempo pasó y llegó el invierno. Pero Pequin no ha dejado de pensar en lo que había dicho el hada. Ansioso por la llegada de la primavera, Pequin contaba los días, y...
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