peregrinacion
A PROPÓSITO DE LAS PEREGRINACIONES
Habría que decir, en primer lugar, que la voz latina peregrinus, de la que deriva "peregrino", significa a la vez "viajero" y "extranjero". Esta simple observación sugiere, al punto, algunos paralelos bastante curiosos: en efecto, por una parte, entre los "Compagnons", algunos de ellos se reconocen como "viandantes" yalgunos otros como "extranjeros", lo que corresponde precisamente a los dos sentidos de peregrinus; y por la otra, en la misma Masonería moderna y "especulativa" las pruebas simbólicas de la iniciación se denominan "viajes".
Por otro lado, en muchas tradiciones de diversa fuente, los diferentes estadios iniciáticos se describen a menudo como las etapas de un viaje; a veces, se trata de un viajeordinario, a veces también de una navegación, tal como hemos señalado ya en otras ocasiones. Este simbolismo del viaje parece ser que se encuentra más difundido aún que el de la guerra; por lo demás, ambos simbolismos no dejan de presentar entre sí cierta relación, relación que algunas veces ha llegado a reflejarse exteriormente en los hechos históricos; estamos pensando aquí en especial en el estrechovínculo que existió, durante la Edad Media, entre los peregrinajes a Tierra Santa y las Cruzadas. Agreguemos todavía que, aún en el lenguaje religioso más corriente, la vida terrena, entendida como un período de pruebas, asimilada a menudo con un viaje, o incluso más expresamente con una peregrinación y el mundo celeste –meta de tal peregrinar– se identifica también simbólicamente con la "TierraSanta" o "Tierra de los Vivientes"1.
El estado de "errabundez", si podemos decirlo así, o sea de migración, es entonces, de manera general, un estado de "prueba" y, aquí también, podemos señalar que, en efecto, éste es precisamente el carácter que reviste en organizaciones como el Compagnonage. Además, lo que bajo este aspecto resulta válido para los individuos puede serlo también, al menos enciertos casos, para algunos pueblos considerados colectivamente: un ejemplo muy claro es el de los judíos, que vagaron durante cuarenta años por el desierto antes de alcanzar la Tierra prometida. Pero aquí conviene hacer una distinción, puesto que dicho estado, esencialmente transitorio, no debe ser confundido con el estado nómada que es normal en ciertos pueblos: aún habiendo arribado a la Tierraprometida –y hasta los tiempos de David y de Salomón– los judíos fueron un pueblo nómada, pero, evidentemente, este nomadismo no reunía las mismas condiciones que su peregrinación en el desierto2. Es posible considerar, además, un tercer caso de "errabundez", que podemos designar con mayor propiedad con la palabra "tribulación": es el caso de los judíos después de la dispersión y asimismo, según todoparece indicarlo, también el de los gitanos; pero esto último nos llevaría demasiado lejos y diremos solamente que también este caso es aplicable tanto a las colectividades como a los individuos. Estas observaciones bastan para comprender el grado de complejidad que presentan estas cosas, y cuántas distinciones es posible establecer entre quienes exteriormente se presentan bajo las mismasapariencias confundidos con los peregrinos en el sentido ordinario de la palabra, tanto más cuando que aún nos queda por agregar esto: a veces sucede que algunos iniciados, ya arribados a la meta, algunos "adeptos" inclusive, vuelvan a tomar, por motivos especiales, la apariencia antedicha de "viajeros". Pero volvamos a los peregrinos: sabido es que los elementos que los distinguían eran la venera(Vieira) (llamada de Santiago) y el bastón; éste último, que se encuentra también en estrecha correspondencia con la caña del Compagnonage, es naturalmente un atributo del viajero, pero tiene varios otros significados, y quizá un día dedicaremos a esta cuestión un estudio específico. En cuanto a la venera, en algunas regiones francesas se la llama "creciste", palabra que debe asociarse con "creuset"...
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