perez arreglado

Capítulo 1
El trabajo del psicólogo educacional
EN CONTEXTOS ESCOLARIZADOS
Marcela Pérez
Discusiones acerca del concepto de rol
Al referimos al rol del psicólogo es ineludible precisar el contenido del concepto de rol y para ello comenzaremos analizando su origen.
Rol es un término que proviene de la tradición sociológica funcionalista. En este marco, se entiende como un conjunto de expectativasasociadas a una posición social. Son clasificaciones de comportamientos y conductas que fun­cionan como una especie de catálogo de comportamientos adecuados. Se ad­quiere por internalización de las expectativas prescriptas. Tiene un carácter marcadamente regulatorio y ejerce una función normativa. Quien ocupa un rol debe actuar conforme a las expectativas que log demás depositan en él (Ed- wards,1990).
La práctica del psicólogo educacional es descripta por fuentes diversas en términos que dan cuenta de la variedad de tareas realizadas y la dificultad para circunscribir la especificidad de la función. Los términos utilizados por diferentes autores son elocuentes: "superposición de funciones; elemento de control; prácticas iatrógenicas" (Elichiry, 2000 y 2009); Selvini Palazzolli refiere ala "heterogeneidad de funciones; indefinición del rol; desfasaje entre las ex­pectativas de rol propias y ajenas; campo de intervención: patología de los demás; descrédito profesional; efecto homeostático" (Palazzolli, 1985). Coll (Coll, 1989) caracteriza la historia de la intervención de los psicólogos en las escuelas como un proceso de acumulación de funciones y ensaya varios crite­rios deorganización dentro de esta diversidad.

i Marcela Pérez
En nuestro medio, la actuación de los psicólogos ha estado dominada por la impronta del modelo médico. El modelo clínico-médico ha sido caracteri­zado por: dimensión individual; noción de normalidad; patologización; diag­nóstico, derivación, tratamiento; clasificación, rotulación; coexistencia con discurso psicogenético (Elichiry, 2000 y2004).
La noción de normalidad, oriunda del paradigma positivista, releva como "normal" lo estadísticamente prevaleciente y asimila lo objetivo con lo men­surable. La aplicación de esta categoría en términos dicotómicos produce que se considere anormal todo aquello que se aparte de lo más común y extendido. De esta forma, muchas idiosincrasias particulares, sociales y culturales resul­tan catalogadascomo patología. La patologización de las diferencias desata un proceso de diagnóstico, derivación y tratamiento.
Es frecuente encontrar estas mismas prácticas asociadas con un discurso en el que abundan términos y referencias a la psicología genética donde sub­sisten explicaciones del fracaso escolar centradas en el déficit, a pesar de que ha sido reconceptualizado por Piaget. Lo que podría darcuenta de una defi­ciente transferencia de los avances del conocimiento psicoeducativo a la prác­tica educativa (Elichiry, 2000).
Esta breve panorámica evidencia que la intervención psicológica en las escuelas ha contribuido a legitimar y reforzar el carácter excluyente del sis­tema educativo e impone la necesidad de realizar un profundo replanteo de la práctica profesional del psicólogo educacionalen contextos escolares.
Toda práctica profesional es modelada por configuraciones particulares de múltiples factores, entre los cuales los supuestos teóricos ejercen una in­fluencia poderosa. Parece pertinente, por lo tanto, comenzar con la revisión de distintas concepciones de psicología educacional para analizar cómo inciden y sostienen variadas modalidades y estilos de intervención y, a la vez,se constituyen en ella.
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La psicología y la educación
Al referirnos a "concepciones de psicología educacional aludimos a dis­tintas maneras de entender qué es y qué no es la psicología educacional; es decir, cómo se define la identidad de la disciplina. La relación entre psicología y educación es la cuestión central que estructura la definición de la identidad de la...