perfil tres monarcas
Saúl, David y Absalón.
GENE EDWARDS
1
A los cristianos quebrantados de corazón, que escapan de grupos autoritarios enbusca de consuelo, salud y esperanza. Dios quiera que se recobren y prosigan conEl, que es la libertad genuina.A los cristianos que han sufrido, o que sufren, la experiencia desconsoladora de ladivisión entre los hermanos. Que esta historia les déluz y consuelo. Dios quieraque también se recobren y prosigan con El, que es la verdadera paz.Y quiera Dios que sean sanados de un modo tan absoluto que puedan responder al llamamiento de Aquel que todo lo pide porque El lo es todo.Querido lector:Es un placer y un privilegio pasar este tiempo con usted. Gracias por su compañía.Le sugiero que nos apresuremos a entrar al teatro porque veo que yaestánapagando las luces.Hay dos localidades no lejos del escenario reservadas para nosotros. Sentémonosen seguida.Tengo entendido que la trama es del género dramático. Espero, sin embargo, queno la encuentre demasiado triste.Creo que la historia se divide en dos partes. En la primera se presenta a un reyanciano llamado Saúl y a un pastorcito llamado David. En la segunda aparece denuevo un reyanciano y un joven. Pero esta vez el rey anciano es David y el jovenes Absalón.El argumento es una descripción gráfica — un boceto al carbón, si usted prefiere— de la obediencia y la autoridad en el reino de Dios.Han apagado las luces; los actores están en sus puestos. El público ha guardadosilencio. Ya sube el telón.Ha comenzado nuestra historia. Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí;constituyeron príncipes, masyo no lo supe...Oseas 8:4
PROLOGO
El Dios vivo y omnipotente se dirigió a Gabriel y le habló de este modo: —Tomaestas dos partes de mi ser. Hay dos hombres que esperan su destino. Ve y entregaa cada uno de ellos una porción de mí mismo.Con dos luces de vida radiante que palpitaban en sus manos, Gabriel abrió lapuerta del reino que separaba a los dos mundos y se perdióde vista. Habíaentrado en la galería de las generaciones futuras.—Tengo aquí dos porciones de la naturaleza de Dios. La primera es del mismogénero de su naturaleza. Quien se cubre con ella es investido con el aliento deDios. Su mismo aliento lo rodea como las aguas alrededor del que se zambulle enel mar. Con esto — el aliento que enviste — tendrá el poder del Altísimo paradominar ejércitos,avergonzar a los enemigos de Dios y realizar en la tierra suobra. Aquí está el poder de Dios como un don. Aquí está la inmersión en elEspíritu.Un hombre dio un paso adelante.—Esta porción de Dios es para mí.
2
—Muy bien — respondió el ángel —. Recuerda que quien recibe una porción tangrandiosa como ésta será, sin duda, conocido por muchos. Antes que tuperegrinaje terrenal termine, será conocido tucarácter por medio de este poder. Tales el destino de todos los que están investidos de esta porción y ejercen su poder,porque ella afecta únicamente al hombre exterior, sin afectar un ápice su espíritu.El poder exterior revelará siempre los recursos íntimos del ser o la carencia deellos.El primer hombre recibió su porción y dio un paso atrás.Gabriel habló otra vez.—Tengo aquí la segunda de lasdos porciones del Dios viviente. Este no es un donsino una herencia. Se lleva un don en el hombre exterior; se siembra una herencia— como una semilla — en lo más íntimo del corazón. Sin embargo, aun cuando esuna siembra tan insignificante, crece hasta llenar, andando el tiempo, todo elhombre interior.Otro hombre dio un paso adelante y exclamó:—Creo que esta porción ha de ser mía durante miperegrinaje terrenal.—Muy bien — respondió otra vez el ángel —. Debo decirte que se te ha dado algoglorioso. Es lo único —en todo el universo de Dios y de los ángeles — que puedecambiar él corazón humano. Sin embargo, ni siquiera este elemento de Dios puedellevar a cabo su tarea ni crecer hasta llenar todo tu ser interior a menos que estébien combinado. Tiene que ser pródigamente mezclado con...
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