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Una lección de amor.
Erase una vez un niño que vivía en un pequeño pueblo en el cual las personas eran muy intolerantes y se trataban muy mal entre sí, pero en ese mismo pueblo había un niño unpoco diferente a las demás personas. Todos lo miraban de una forma muy extraña porque él era muy afectuoso, tolerante y eso se lo demostraba a todas las personas de ese pueblo.
Él iba a una escuelaen la cual los niños no respetaban su forma de ser y se burlaban de él por sus constantes demostraciones de afecto hacia los profesores de esa escuela, pero el niño no le daba mucha importancia a loque le decían sus compañeros porque él sabía que estaba haciendo las cosas correctamente. El intentaba dar el ejemplo a sus compañeros, porque él sabía que los demás necesitaban aprender a convivirsanamente entre ellos y respetar a los demás como son y a no burlarse de los demás.
Sus vecinos no eran muy simpáticos, pero a él no le importaba como eran e intentaba llevarse lo mejor posible conellos, una tarde el niño salió a su corredor y se puso a pensar: -¿Cómo sería este pueblo si yo pudiera cambiar la forma en que se tratan las personas aquí? Él siguió pensando en esa idea, pero no hizoningún comentario a nadie de su pensamiento.
El siguiente día, la madre del niño le hizo un comentario muy interesante: -¿Hijo, no has notado que aquí las personas son muy intolerante y se tratan muymal? Él niño le respondió: -¡Sí, lo he notado, desearía poder hacer algo! Sabes mamá desearía que las personas puedan disfrutar de lo maravillosa que es la vida cuando aprendes a respetar esas pequeñascosas que nos hacen diferentes.
La madre se quedó viendo a su hijo y le dijo: -Sabes tienes una forma de ver el mundo muy hermosa. Pero debes aprender algo no debemos tratar de cambiar a las demáspersonas y querer que piensen como lo hacemos nosotros, solo mantente firme en tú posición y espera.
-¿Esperar qué?
-A que las cosas sucedan.
El niño tomó sus cosas y se marchó sin entender las...