Periodismo

La censura en los medios de comunicación existe. Y èsto hay que informarlo. A caso ¿lo callo? ¿No lo digo? ¿Miro para otro lado?, pues no. La disputa ya esta planteada, y ésta vez, se hace presente en la “cocina de la información”, en sede de la agencia nacional de noticias Télam, donde un grupo de periodistas reflexiona sobre libertad de expresión y pluralidad, con el propósito de cambiar algo yde no seguir contribuyendo a su descredito. Èsto no es opinión, sino información.
Los disertantes fueron cinco; Pablo Llonto, periodista y abogado de derechos humanos, representante sindical de los trabajadores de Clarín hasta que fue despedido. Daniel Miguez; Periodista y docente, trabaja en Canal 9, autor del libro “Kirchner íntimo”. Cynthia García, periodista de 678, radio Continental yradio cooperativa. También Héctor Sánchez, periodista de Télam y Radio de las Madres de Plaza de Mayo. Y por ultimo Darío Aranda, periodista, colaborador permanente de Pagina 12, docente. Pero por una cuestión de abordar efectivamente el tema que se cubre, y que los protagonistas, en lo posible, no tengan consecuencias adversas en sus labores, he decidido resguardar el nombre de cada textual.“Quiero remarcar que lo que viví, no fue sólo un hecho de censura…si no que fue un proceso de censuras, de maltratos, que en su momento he decidido no declarar, por que no queríamos agitar más, junto con los delegados gremiales. Pero creo que en ésta charla seria hipócrita de mi parte no hablar del tema”. La consigna del debate es Libertad de expresión y pluralidad. Y por lo tanto se habla de formaexplicita cada suceso vivido por los disertantes, pero a su vez queda implícita cierta impotencia y bronca dentro del auditorio.
El protagonista cuenta como, desde su puesto de trabajo, fue victima de varios episodios de censura, primero al ver reducida su cantidad de publicaciones sobre el tema en el que se especializa, debido a una nueva relación del medio con poder político, al que no lobeneficiaba demasiado tratar sobre éstos temas. Después cuenta como le prohibieron hablar de un ministro al que descubrió, por intermedio de un mail que le llego, organizar una operación de prensa en contra de un investigador y que paradójicamente tenia como destinatario al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Cuando el periodista procedió a confirmar la noticia, losprotagonistas argumentaron que ese hecho no podía ser publicado. Y que acudirían a sus amigos del medio para que así fuera. Media hora después, el editor llama al periodista y le sugiere que se olvide de lo ocurrido, “que en ese medio no se le pega ni al ministro, ni al Conicet” entre otros.
Paralelamente, la sociedad exige con todo su derecho a ser informada de forma consciente y con la verdadde los hechos, pues es un derecho y es innegable. Pero se lo está sustrayendo de una parte de la realidad, si no se conocen las presiones con las que viven día a día en sus puestos de trabajos los periodistas. Aclaremos algo, el periodista es un empleado. Obedece a voluntades diversas, a veces buenas a veces malas, de sus superiores. Se encuentra bajo presión y es censurado, por eso es que seresguarda por el momento los nombres. Mientras se prioriza brindar un contexto de como y bajo que premisas, se arma la información que luego consume la gente.
Citemos en este sentido otro disertante de la charla: “Hay dos formas de hacer periodismo; uno al servicio de los poderes económicos, poderes políticos y otro al servicio de la sociedad, al lado de los pueblos”. Con un tono notable de bronca,aclara “hemos sido tan dóciles durante mucho tiempo, hemos tenido una pisoteada obediencia de vida y nos hemos hasta autocensurado eternamente”. Recordemos ésta palabra, autocensurados.
Toda persona puede sentirse identificada con el periodista, pues es un trabajador como cualquier otro. Y al mismo tiempo se comienza a contemplar la realidad desde una perspectiva mas profunda. Vallamos...