Perlas Del Mahatma Gandhi

Perlas del Mahatma Gandhi

El Hilo
¿Quién puede realmente decir: “Soy libre” o “Conozco la Verdad”?
Nadie, porque nadie, en todo el universo, puede arrogarse un derecho que pertenece solo a Dios.
Lo cual no significa substraerse a la responsabilidad de la búsqueda, al intento de dar una forma y un rostro a estos valores, y a la obligación de interrogarse a si mismo acerca de lo que ellosrepresentan en la propia vida.
La inmensidad del Absoluto no nos exime, en efecto, de transitar un camino, aunque fuera ilusorio, aunque haya que recorrerlo a tientas, aunque esté limitado al infinito.
En el itinerario de la búsqueda, algunos hombres han dejado una impronta más profunda que otros, por gravitar en ella un camino anteriormente recorrido y cada uno ha procedido con su característicapropia, de conformidad con la línea espiritual que nos guía hacia la eternidad.
Gandhi ha vivido procurando analizar, comprender y realizar concretamente un acercamiento a la verdad sin descuidar nunca el disfrute de ese gran derecho que es la libertad personal. Pero, como ser humano, no ha podido sino usar los instrumentos de una naturaleza, perfecta sin duda por sí misma y por sus fines, aunqueinadecuada para acoger el poder del espíritu que habita en ella.
Y, sin embargo, así sucede con cada uno de nosotros, estrechados en una realidad que sólo nos pertenece durante un breve trayecto terrenal.
De hecho, el hombre no logra ver más que esa pequeña parte que lo circunda, y con frecuencia ni siquiera concibe la necesidad de salir de la propia casa y de los esquemas de la propia cultura,que constantemente le brindan seguridad.
Trasponer los límites, romper la seguridad de lo “conocido”, el velo de lo dicho-no se puede hacer: todo esto constituye el “miedo” del hombre.
Miedo de no encontrar dentro de sí mismo esa seguridad que en cambio le viene de afuera, miedo de un juicio y por lo tanto de la soledad, miedo del “castigo” para quien transgrede, miedo de un Dios al que,evidentemente, no lo “siente” formar parte de sí.
Gandhi nos propone en cambio la sencillez de la Verdad dictada por la libertad de la propia conciencia, que no puede acarrear verdadero prejuicio, aun cuando pueda romper dolorosamente algunos equilibrios en ese instante introducido en el “tiempo”.
Esa verdad que no esconde voluntad de herir y aporta realmente al otro el propio ser esa verdad que, tardeo temprano, se transforma en el único “mensaje de amor” para llegar al corazón del que tenemos frente a nosotros.
Ciertamente esto comporta para la persona –no educada ni para la libertad de sí misma ni para el reconocimiento de la Verdad que reside en ella- una dificultad inmensa que presupone un esfuerzo de verdadero amor, verdadero respeto y verdadera lealtad.
Nuestro yo no es más que unapantalla protectora detrás de la cual vivimos en un precario equilibrio, que sólo sirve para mecernos en una especie de pereza mental; tanto es así que somos un montón de desilusionados, en constante ansiedad. No reconocemos nuestra real naturaleza y a medida que logramos reconocer una parte de ella, por pequeña que sea, entramos en crisis con la realidad que nos circunda.
El mensaje de Gandhi nospropone, en cambio, a un hombre que procura vivir su autenticidad y su totalidad, incluso espiritual. Porque en el fondo es siempre éste el propósito central: hacer vivir nuestro espíritu en la tierra en la medida más útil.
Por cierto, esto no es posible de manera completa ni es cómodo para nosotros, porque todo esfuerzo que efectuamos en este sentido vuelve, cada vez, a poner en crisis larelación con toda una serie de valores ya inscritos en nuestra estructura humana.
De hecho, todos los grandes hombres han entrado en conflicto con la realidad que los circundaba, desde Cristo a Mahoma, a Buda, a Francisco de Asís, a Gandhi mismo. Y todos han quebrantado esquemas. Y eso, ¿Cómo se explica?.
Porque la velada presencia del espíritu la verificamos justo en el preciso momento en que...