Permanencia De Enrique Valdés En La Literatura

PERMANENCIA DE ENRIQUE VALDES EN LA LITERATURA
Mario Miranda Soussi

Se asoma un sueño azul entre los párpados y surge la niñez a recordarlo todo , la poesía de Sur a Sur, cercana, lejana y triste como peregrinaje a la nostalgia. Y en la oquedad del pecho, cautelado por jilgueros y gorriones, el desolado invierno yergue su catedral de viento. Es la mística relación de la arboleda cósmica enla poesía del poeta que viaja, para ausencia y presencia, para ser y permanecer entre los vivos y los muertos, entre los vaivenes del dolor y el amor reconstruido a golpes. Como el arriero que repartió su vigor y su sombra temblando en el abismo, resumiendo las fragancias del río salvaje o las verdes constelaciones del agua transparente. Así han de volver los días de la memoria, como huellassangrantes en la nieve, hacia la cordillera, hacia la tibia luz de la casa flotando en el silencio blanco. Germinará , varias veces, la tejuela con ese musgo verde, mientras la semilla negra prolonga su ansiedad buscando el surco de los seres amados, para hincar la raíz , para diseminar la flor, la frente en alto. Su poesía es un solo barco ebrio de palabras sobre el río planetario de su sangre, unsolo verso fragmentado poblado de fantasmas, fuegos fatuos arrastrando su vendaval de luces. Una llama ancestral de metal frío y huesos relucientes. Y siempre ha de volver a nutrirse de Sur y a recuperar, como niño deslumbrado, el nido de chercán , de arquitectura alada y prodigiosa, balanceándose en la parte más alta y más frágil de la quila..
A fines del Otoño, cuando el sol es apenas unojo frío y taciturno, el pequeño avión remonta el cielo de Coyhaique. Suspendidos sobre la escarcha nos adentramos por los caprichos cordilleranos de Aisén. Sumidos en un paisaje transparente. Enceguecidos con ese fulgor de nieves. Muy abajo, entre los farallones ,intuimos el potente rugido del agua despeñándose cerro abajo y los ecos de un mensaje radial enviado a los campos de Lago Verde; "“Seavisa a los amigos y familiares de los personajes de la novela Ventana al Sur que hoy, a medio día, el escritor Enrique Valdés estará con ustedes"” Y no podía ser de otra manera porque , nunca una población , sus vivos y sus muertos, habían estado tan unidos a las páginas de un libro. El avión enfila rectamente al Norte sobre un cielo azul sin turbulencias. Casi sin esfuerzo va traspasando el filode las piedras sobre una cordillera sin término. En su cola , en el único compartimento disponible, va el chelo que acompañó al poeta en esos diez años de música en las filas de la Orquesta Sinfónica de Chile. El escritor va de regreso al lugar de donde nunca salió porque ese pueblo, lejano y mágico entre los montes verdes, es el que ha permanecido siempre encendido en la memoria de sus libros,y de tanto recrearlo, hasta las voces de sus muertos van ocupando un espacio que los hace revivir ese “ homenaje de amor” otorgado en su literatura. El avión ya cumplió los 40 minutos que , en condiciones normales debiera durar el viaje y comienza a descender buscando las quebradas. Entre los cerros se advierte un valle cubierto por una densa niebla. Lago Verde no estaba “operable”, la neblinalo había borrado del mapa. El avión sigue su rápido descenso “ “ratoneando” entre los desfiladeros, casi a ras del follaje de los arboles, son segundos de espectación antes de enfrentar la oscuridad que se avecina, el piloto ( Carlos Martínez) advierte un claro a la derecha, hace un giro violento y en un clavado vertiginoso , y casi por milagro, quedamos debajo de las nubes rodando sobre esasaguas de cuero de ese lago inmenso y profundamente verde. El aterrizaje es perfecto y saca aplausos. Justo a mediodía estamos instalados en la Casa de la Cultura de Lago Verde. Allí todos los estudiantes, los profesores, los vecinos del pueblo y su alcalde ( Arsenio Valdés) presentes para compartir este verdadero acontecimiento literario, abriendo sus ventanas al recuerdo.. Difícil para un extraño...