Peronismo y freud

Introducción

Pensar en el texto de Freud “Psicología de las masas y análisis del yo” inevitablemente me lleva a reflexionar sobre el movimiento peronista en los años 1940-1950. ¿Es la masa un fenómeno uniforme, que se reúne por la presencia de un líder?, ¿siente necesidad de escuchar repetidas veces el mismo discurso?, ¿se consagra a un ideal con abnegación y desinterés?. Estas son algunaspreguntas a las que intentaré dar respuesta en mi trabajo. Pero haciendo un análisis de las masas del movimiento peronista no puedo dejar de lado una pregunta que me surge a partir de la lectura de Reich: ¿fue Perón un elemento de contención de la efervescencia revolucionaria de los trabajadores?, ¿la domesticación de esta clase tuvo el objetivo explícito de impedir una revolución socialista enArgentina?. Me inclino a pensar que esto no fue así y daré luego las razones.

Por último intento contrastar los principios básicos de la Revolución nacionalista de las masas peronistas con la Revolución socialista del proletariado. A mi juicio, ambos procesos no pueden ser asimilables bajo ningún concepto, a diferencia de los argumentos sostenidos por algunos pensadores nacionalistas. En estesentido, realizo algunas críticas a un autor y defensor del movimiento peronista que pretende analizar este movimiento desde una perspectiva marxista, identificando en sus masas a un proletariado con conciencia de clase que adhirió al movimiento para lograr su “misión histórica”, aquella misión de la cual habló tanto Marx y que en las observaciones de este autor aparece un tanto tergiversada.

Llegael "sustituto" del padre

El movimiento peronista constituye un fenómeno ejemplificador de muchas caracterizaciones que hace Le Bon de la masa. La “multitud organizada en forma de masa durante cierto lapso y para determinado fin” (Freud, 1989: 68) comenzó a consolidarse aquel 17 de octubre de 1945 en la Plaza de mayo, al organizarse espontáneamente en defensa de su líder y sabiendo además quelas mejoras sociales recientemente logradas verían su fin en poco tiempo si Perón no era liberado de Martín García. Las masas consagradas a un objetivo común supieron organizarse para lograrlo, respondiendo a una pulsión social que constituye un nexo único entre sus miembros, perdurable en el tiempo mientras haya un líder que “guíe al rebaño”.

Perón actuaba como el padre de la masa, cumpliendocon aquellas características señaladas por Le Bon: “para suscitar la creencia de la masa, él mismo tiene que estar fascinado por una intensa creencia (en una idea); debe poseer una voluntad poderosa, imponente, que la masa sin voluntad le acepta” (Freud, 1989: 77).

Si bien las clases trabajadoras ofrecieron algunas demostraciones de protesta social anteriores al liderazgo de Perón, la realactivación política de estos se produjo porque una intensa y profunda creencia del líder acerca de la justicia social impregnó los sentimientos más profundos de la masa. Convenció a sus miembros de que ciertos derechos debían serle reconocidos como inalienables, logrando a la vez que entre ellos mismos y entre ellos y el jefe se constituya un vínculo único, porque siendo el jefe se hacía temer yrespetar como tal; pero también logró que los trabajadores lo vieran como un par al momento de la lucha por un Estado social. Y es en esta doble identificación que el peronismo se vuelve un caso paradigmático de aquello que señala Freud al analizar las masas artificiales de la Iglesia y el ejército, ya que “en la Iglesia, […] lo mismo que en el ejército […] rige idéntico espejismo (ilusión), asaber: hay un jefe – Cristo en la Iglesia católica, el general en el ejército- que ama por igual a todos los individuos de la masa. […]. (Cristo) respecto de cada individuo de la masa creyente, se sitúa como un bondadoso hermano mayor; es para ellos un sustituto del padre” […] “la ligazón de cada individuo con Cristo es también la causa de la ligazón que los une a todos. Algo parecido vale en el caso...