Personal
Antes de entrar al túnel Luis vio un platón lleno de frutas. Sin pensarlo, agarró un racimo de uvas para el camino. Así, Luis y las chicas llegaron casi en la salida, donde ellas se despidieron de su huésped y él les agradeció de todo corazón por sus atenciones. El sol brillaba con intensidad y Luis pensó que tendría que irse corriendo para llegar a Guanajuato. Lasjovencitas se metieron a la cueva y el túnel se cerró hasta quedar como siempre había estado: en pared de roca viva. Cuando estaba a punto de salir de la cueva, Luis sintió hambre y sacó el racimo de uvas de su bolsillo para comérselas. Al dar el primer mordisco, se escuchó como una explosión y de pronto se hizo de noche. Luis sintió mucho miedo y no quiso salir de la cueva, pensando que vendría unatormenta. Esperó y esperó hasta que le ganó el sueño, sabiendo que al amanecer se iría a su casa en Los Calderones y anticipando una fuerte regañada de su papá.
Cuando Luis ya se disponía a salir de la cueva para alcanzar a su padre y a su hermano, escuchó unas voces que salían del interior de la cueva, y por curiosidad se metió a ver quién andaba adentro. Eran dos muchachas muy bonitas que le dijeronque iban a darle un regalo. Aunque Luis conocía esa cueva, ya que antes la había explorado junto con su hermano y un primo de nombre Manuel, le causó mucha sorpresa ver túneles bien trazados, que no había visto antes. Siguió a las jovencitas a través de uno de aquellos túneles hasta que llegaron a una ciudad reluciente con luz natural, y eso que estaba en el interior de la tierra. Las chicas ledieron a Luis un recorrido por la ciudad y le dijeron que podía llevarse una cosa que quisiera, pero sólo una. Había comida, joyas, monedas de oro y muchos otros objetos desconocidos para él. Como desconocía el valor del oro o de las joyas, en cierto momento agarró un collar de obsidiana y rubíes para llevárselo de regalo a su mamá. Después de varias horas y de disfrutar de aquella ciudadmaravillosa y de conocer a gente muy amable, Luis se acordó que tenía que alcanzar a su papá y a su hermano en Guanajuato. Se lo dijo a sus anfitrionas, quienes lo acompañaron a la salida de la cueva.
Hace muchos pero muchos años, a un niño llamado Luis que vivía en Los Calderones le sucedió algo increíble. Una mañana se fue él con su hermano mayor y su padre a Guanajuato paracomerciar productos Salieron de madrugada de Los Calderones para llegar temprano al tianguis. Cuando iban pasando por un lugar donde se encuentra la cueva vieja (donde antiguamente se celebraba la fiesta a San Ignacio el 31 de julio), al niño le dieron ganas de ir al baño. Para no retrasar a los demás, les dijo que en un rato los alcanzaría. Se metió a la cueva para hacer sus necesidades. Cuando Luis yase disponía a salir de la cueva para alcanzar a su padre y a su hermano, escuchó unas voces que salían del interior de la cueva, y por curiosidad se metió a ver quién andaba adentro. Eran dos muchachas muy bonitas que le dijeron que iban a darle un regalo. Aunque Luis conocía esa cueva, ya que antes la había explorado junto con su hermano y un primo de nombre Manuel, le causó mucha sorpresa verDespués de varias horas y de disfrutar de aquella ciudad maravillosa y de conocer a gente muy amable, Luis se acordó que tenía que alcanzar a su papá y a su hermano en Guanajuato. Se lo dijo a sus anfitrionas, quienes lo acompañaron a la salida de la cueva.
Antes de entrar al túnel Luis vio un platón lleno de frutas. Sin pensarlo, agarró un racimo de uvas para el camino. Así, Luis y las chicasllegaron casi en la salida, donde ellas se despidieron de su huésped y él les agradeció de todo corazón por sus atenciones. El sol brillaba con intensidad y Luis pensó que tendría que irse corriendo para llegar a Guanajuato. Las jovencitas se metieron a la cueva y el túnel se cerró hasta quedar como siempre había estado: en pared de roca viva. Cuando estaba a punto de salir de la cueva, Luis sintió...
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