personalidad
Piensa desde tu juventud que disfrutas de una libertad, de un albedrío,
que pueden ser para tu bien o para tu desgracia, segúnsepas dirigirte;
pero si quieres ser tú mismo, es preciso que desde aquí te forjes una
personalidad que te distinga de los otros. Tu pensamiento, tuvoluntad, tu
iniciativa y hasta tus defectos, han de ser en ti propios, nacidos de tu
mente, de tu educación y de tu temperamento, para ser un distintivo de tucarácter, que es en sí la misma personalidad. Pero es necesario que
convengas en que la personalidad exige de tu fuerza espiritual capaz de
inspirarteideas y procedimientos originales, porque con lamente y la
actividad ociosas o serviles no alcanzarás nunca mérito ni fama. Si quieres
ser tú mismo, ama lameditación aunque sea por instantes, y a solas con
tu espíritu adivina y realiza su secreto. El ruido es enemigo de la
elevación; pero la soledad esarmonía entre el mundo y el misterio. El
contacto con el infinito te dará toda la fuerza que necesites para actuar; te
convencerá de que tú, un punto en elespacio inmenso, eres sin embargo
en lo pequeño una reproducción del universo entero. Siendo vida eres
fuerza, y siendo fuerza eres idea. Llega, pues, a tudestino, por el camino
de luz del pensamiento, y no olvides que lo mismo el talento que se forja
en la quietud, y el carácter que se templa en la batalla,son índices
inconfundibles de esa fuerza espiritual que despierta simpatías, remueve
obstáculos y somete voluntades: la fuerza de la personalidad.
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